Robinho deja al descubierto su vida en la prisión de Brasil y niega ser el ‘capo’ de uno de los patios: ‘Han dicho mentiras’

La vida de Robinho cambió drásticamente tras recibir una sentencia de nueve años por la Justicia de Italia al ser hallado culpable de participar en un abuso sexual colectivo en una discoteca de Milán llamada Sio Café, en 2013. Hoy, desde una cárcel de Brasil, el astro del fútbol desmintió varios rumores que se han dicho de él.

Robson de Souza ‘Robinho’ ingresó a la cárcel brasileña en 2024 después de que el Tribunal Superior de Justicia de Brasil ordenara que cumpla con la pena impuesta en Italia en una prisión de su país natal.

Desde hace varios meses se habló que Robinho tenía “preferencias” en la cárcel P2 de Tremembé, São Paulo (Brasil) por su estatus de estrella mundial y de la selección nacional, pero en una reciente charla negó los rumores.

“Mi dieta y mi horario de sueño son iguales a los de los demás. Nunca he comido nada diferente ni he recibido un trato distinto”, indicó Robinho en un video difundido por el Consejo Comunitario de Taubaté de Brasil.

El exjugador de fútbol señaló que tiene una rutina igual a la de los demás reclusos y señaló que no hay tratos especiales y tampoco es el jefe de ningún patio, como se dijo en algunos medios paulistas.

“Han dicho mentiras de que soy líder o tengo problemas psicológicos. Nunca tuve eso ni tomé medicación. Es difícil estar preso, pero gracias a Dios mantengo la cabeza fría”, aseguró el exfutbolistas del Real Madrid, Milan, Santos y Manchester City.

En el video, además, Robinho aseguró que son los guardias los que mandan en la cárcel para velar por la seguridad de los presos. “Aquí se busca reeducar y resocializar. Los guardias mandan, y los presos obedecemos”.

Robinho no tocó el tema de su supuesto vínculo con un hacker brasileño y tampoco quiso entrar en detalles sobre su rol como director técnico de un equipo de la prisión. 

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