Deportes
La Roja paralímpica está de vuelta
Tras dos años sin disputar un torneo internacional, desde el Mundial de Birmingham en 2023, la selección española de fútbol-5 de ciegos regresa a la competición y lo hace con la ambición de devolver a nuestro país a lo más alto. Durante años, España fue una potencia de este deporte: dos bronces paralímpicos (Atenas 2004 y Londres 2012), cuatro medallas mundiales (2 platas y 2 bronces) y 12 europeas (8 oros, 2 platas y 2 bronces) así lo demuestran.
Sin embargo, las desavenencias entre gran parte de la plantilla y el anterior cuerpo técnico después de los Juegos de Tokio derivaron en una novena plaza en el Europeo de Pescara de 2022, donde se estrenó Julián Martín como técnico. Llevaba sólo un mes en el cargo. Descendieron de categoría y, por primera vez en su historia, España se quedó sin el billete para unos Juegos Paralímpicos.
Entrenamiento de la selección de fútbol de ciegos en el CAR.
El nuevo cuerpo técnico ha tenido que reconstruir la selección y curar heridas. Tres años después del varapalo, una nueva España disputa, a partir de este martes en Cracovia (Polonia), el Europeo B con el objetivo muy claro: “Ascender de nuevo al Europeo de primera división del año que viene, volver a un Mundial y, también, disputar de nuevo unos Juegos”. Así lo resume el seleccionador a MARCA durante la última concentración del equipo en el CAR de Madrid antes de viajar a Polonia. Se han concentrado prácticamente los dos últimos meses, con doble sesión diaria, para preparar la cita. España debuta a las 10:00 ante Rumanía. El día 2 juega ante Polonia (16:00), el día 4 frente a Kazajistán y el 5 ante Kosovo. El objetivo es jugar el día 6 la final.
Horarios de España
“Ha sido complicado mantener al grupo en dinámica sin citas internacionales”, reconoce Martín. “Hemos recuperado a gente que sigue manteniendo un buen nivel competitivo y también hay jugadores jóvenes. Las piezas han encajado bien, hay buen ambiente y todos queremos devolver a España donde se merece”, añade.
Ese sentimiento mueve a toda la plantilla. “No me esperaba la llamada de Julián, pero yo encantado de poder ayudar. A ver si podemos devolver al fútbol español a donde debe de estar. Duele bastante porque nos costó mucho ser una referencia del fútbol, pero hay que intentar revertir la situación”, dice Antonio Martín Gaitán, conocido como ‘Niño’ y que vive su tercera etapa en la selección a sus 43 años.
Antonio Martín Gaitán, ‘Niño’, durante un entrenamiento.
El malagueño, que debutó con la Roja de ciegos en 1999, es el único español que ha sido elegido por la UEFA mejor jugador invidente europeo (2005). “El olfato goleador no se pierde ni tampoco la ilusión. Estaré a tope para lo que necesite el míster de mí. El objetivo es volver a entrar en el ciclo a una posible clasificación para Los Ángeles 2028. Espero que este año sirva para que los jóvenes sigan mejorando para cuando los veteranos no estemos. Yo disfruto entrenando y jugaré cada partido como si fuera el último”, promete con una sonrisa.
El olfato goleador no se pierde ni tampoco la ilusión, estaré a tope para lo que necesite el míster de mí
También vuelve Adolfo Acosta, otro de los veteranos que hicieron grande a la selección, y que debutó en ella hace 24 años. Ahora tiene 44. “Vengo a ayudar y estoy contento de que la gente que ama este deporte como yo vuelva a tener la posibilidad de defender los colores de España. La motivación ganadora sigue ahí”, asegura. “Si no conseguimos subir de categoría, hasta 2029 no habría competición oficial y sería un problema para los jóvenes porque se quedarían sin un objetivo a corto plazo y quizá enfocasen su carrera hacia otro deporte”, reflexiona.
Sergio Alamar trata de irse de un compañero durante un entrenamiento.
Jóvenes como Unait Sánchez, que lleva sólo cuatro años jugando al fútbol y que disputó el Mundial de Birmingham con 16 años. “Es un orgullo representar a nuestro país y siempre dar el máximo.Queremos llevar a esta selección donde se merece, que es arriba del todo, y llegar a los Juegos, que es mi sueño”, dice.
Pese a tener sólo 24 años, Sergio Alamar ya ha estado en dos citas paralímpicas. En su regreso a la selección asume más galones. “Estoy contento porque ahora tengo más responsabilidad, antes era un chavalín y estaba aprendiendo, esta vez tengo que tirar más del equipo. Me gusta sentir la presión”, dice el valenciano, que reconoce que no haber competido dos años ha sido duro. “Nos afectó mucho. Cuando te gusta competir en el alto rendimiento echas de menos la exigencia de hacerlo con los mejores. Y se echan de menos las risas en las concentraciones. Ahora tenemos uno de los mejores ambientes que hemos tenido en el vestuario en mucho tiempo”, añade.
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