Economia
Según el Banco Mundial, precios del petróleo y café, pilares de Colombia, caerán hasta 2026 por sobreoferta global y recuperación de la producción

Según las últimas previsiones del Banco Mundial sobre los mercados de materias primas, se prevé que los precios mundiales de las materias primas caigan en 2026 hasta su nivel más bajo en seis años. Se proyecta un descenso del 7 por ciento en 2025 y otro 7 por ciento en 2026, lo que supondría el cuatro año consecutivo de reducción en el valor debido al débil crecimiento económico mundial, el creciente excedente de petróleo y la persistente incertidumbre política.
En este escenario de ajustes generalizados, el mercado energético y el agrícola concentran especial atención por su impacto en economías productoras como la colombiana. Mientras el exceso mundial de petróleo continúa presionando los precios a la baja y anticipa un periodo prolongado de debilidad en la cotización del crudo, los productos agrícolas también muestran señales de corrección tras los repuntes registrados a comienzos de 2025. En particular, el café, uno de los principales bienes de exportación del país, atraviesa una etapa de normalización de precios tras un año de fuerte volatilidad causada por factores climáticos y de oferta global.
Caficultores en Colombia Foto:iStock
El Banco Mundial proyecta que la producción global de café aumente de 174 millones de sacos en la temporada 2024-2025 a 179 millones en 2025-2026, impulsada por la recuperación de cultivos en países productores, entre ellos Colombia, segundo mayor productor global de la variedad Arábica.
Luego de un incremento interanual cercano al 50 por ciento en 2025, se prevé que los precios del arábica disminuyan 13 por ciento en 2026 y 5 por ciento en 2027, mientras que los del robusta caerían 2 por ciento anual en esos mismos años. El Banco Mundial advierte que posibles interrupciones climáticas en Brasil o el impacto de nuevos aranceles estadounidenses sobre las importaciones brasileñas de café podrían modificar las proyecciones, aunque la tendencia general apunta a una normalización del mercado cafetero internacional tras un año de alta volatilidad. Asimismo, se prevé que los precios del cacao desciendan en 2026 a medida que mejoren las condiciones de la oferta.
Exceso petrolero presionará precios a la baja
El informe detalla, por otro lado, que el exceso mundial de petróleo se amplió de forma significativa en 2025 y que el próximo año podría aumentar hasta un 65 por ciento por encima del máximo más reciente, alcanzado en 2020.
Se prevé que el precio promedio del crudo Brent caiga de 68 dólares por barril en 2025. Foto:Jaime Moreno/Archivo EL TIEMPO
La demanda, por su parte, crece más lentamente ante el aumento de la adopción de vehículos eléctricos e híbridos, además del estancamiento del consumo en China, uno de los mayores compradores del mundo. En consecuencia, se prevé que el precio promedio del crudo Brent caiga de 68 dólares por barril en 2025 a 60 dólares en 2026, su nivel más bajo en cinco años. En conjunto, los precios de la energía retrocederían 12 por ciento en 2025 y 10 por ciento en 2026, según el Banco Mundial.
“La reducción de los precios del petróleo ofrece una oportunidad oportuna para que las economías en desarrollo impulsen reformas fiscales que promuevan el crecimiento y la creación de empleo”, señaló Ayhan Kose, economista jefe adjunto del Banco Mundial y director del Grupo de Perspectivas.
“La eliminación gradual de los costosos subsidios a los combustibles puede liberar recursos para infraestructura y capital humano, áreas que crean empleo y fortalecen la productividad a largo plazo. Estas reformas contribuirían a desplazar el gasto del consumo a la inversión, reconstruyendo el espacio fiscal y apoyando al mismo tiempo la creación de empleo más duradero”, añadió.
El informe también señala que una producción petrolera superior a lo estimado por parte de la OPEP+ podría aumentar el exceso de oferta y ejercer mayor presión bajista adicional sobre los precios de la energía. Las ventas de vehículos eléctricos, que se espera que aumenten considerablemente para 2030, podrían reducir aún más la demanda de petróleo.
De acuerdo con el organismo, la disminución de los precios de la energía ha contribuido a moderar las presiones inflacionarias en varias economías. También la reducción en los precios del arroz y el trigo, por otro lado, ha favorecido la asequibilidad de los alimentos en algunos países en desarrollo. No obstante, pese a las caídas recientes, los precios de las materias primas siguen por encima de los niveles previos a la pandemia. El Banco Mundial estima que en 2025 y 2026 los precios promedio serán 23 por ciento y 14 por ciento superiores a los registrados en 2019, respectivamente.
“El comportamiento de los mercados de materias primas está ayudando a estabilizar la economía mundial”, afirmó Indermit Gill, economista jefe y vicepresidente senior de Economía del Desarrollo del Banco Mundial. “La caída de los precios de la energía ha contribuido al descenso de la inflación de los precios al consumo a nivel mundial. Pero este respiro no durará. Los gobiernos deben aprovechar este momento para ordenar sus finanzas públicas, preparar sus economías para la inversión y fortalecer el comercio”, añadió.
Los precios de la energía retrocederían 12 % en 2025 y 10 % en 2026 según el Banco Mundial. Foto:iStock
El comportamiento de los alimentos también muestra una tendencia descendente. Se proyecta una caída del 6,1 por ciento en 2025 y del 0,3 por ciento en 2026. Los precios de la soya se reducen en 2025 debido a la producción récord y a las tensiones comerciales, pero se espera que se estabilicen en los próximos dos años. No obstante, advierte que el costo de los fertilizantes podría aumentar 21 por ciento en 2025, reflejando el encarecimiento de los insumos y las restricciones comerciales.
El informe menciona que, además, es probable que las alzas previas erosionen aún más los márgenes de rentabilidad de los agricultores y se genere preocupación por el rendimiento futuro de los cultivos.
Oro y plata alcanzan máximos históricos
Los metales preciosos han sido una de las pocas excepciones dentro del panorama a la baja, ya que han alcanzado máximos históricos en 2025 impulsados por la demanda de activos refugio y las continuas compras de los bancos centrales según el Banco Mundial.
El oro alcanza un máximo histórico de $3.865 dólares la onza. Foto:EFE
Se espera que el oro aumente un 42 por ciento en 2025, y se prevé un incremento adicional del 5 por ciento en 2026, lo que situaría los precios del oro casi al doble del promedio registrado entre 2015 y 2019. También se espera que los precios de la plata alcancen un promedio anual récord en 2025, con un aumento del 34 por ciento y un 8 por ciento adicional en 2026.
El Banco Mundial advierte que los precios de las materias primas podrían caer aún más de lo previsto si el crecimiento económico mundial se mantiene débil, si persisten las tensiones comerciales prolongadas o las tensiones políticas.
Por el contrario, el informe señala que nuevos conflictos geopolíticos o sanciones internacionales podrían tener el efecto opuesto, impulsando el petróleo al alza y elevando la demanda de metales preciosos. También destaca que las condiciones meteorológicas extremas derivadas de un ciclo de La Niña más intenso de lo previsto podrían perturbar la producción agrícola y aumentar la demanda de electricidad para calefacción y refrigeración, lo que añadiría más presión a los precios de los alimentos y la energía.
Las condiciones meteorológicas podrían aumentar la demanda de electricidad. Foto:Istock
Mientras tanto, la rápida expansión de la inteligencia artificial (IA) y la creciente demanda de electricidad para alimentar los centros de datos podrían elevar los precios de la energía y de los metales industriales como el aluminio y el cobre, que son esenciales para la infraestructura digital asociada a la IA.
El informe incluye una sección especial sobre la historia de los acuerdos internacionales de productos básicos, en la que se examina su efectividad frente a la volatilidad de los precios. Según el Banco Mundial, aunque algunas iniciativas —como los controles de inventarios, cuotas de producción y restricciones comerciales— contribuyeron a estabilizar los precios de algunos productos básicos a corto plazo, pocas lograron resultados duraderos.
Exportaciones Foto:Carlos Arturo García M.
En cuanto al acuerdo internacional sobre productos básicos más duraderos, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), ha tenido dificultades para mantener su poder en el mercado, especialmente cuando los precios son altos, ya que los precios más elevados tienden a atraer a nuevos competidores al mercado.
En lugar de utilizar sistemas de control de precios, el informe recomienda que los países fomenten una producción más diversa y eficiente, inviertan en tecnología e innovación, mejoren la transparencia de los datos y promuevan la fijación de precios basada en el mercado para crear una resiliencia a largo plazo frente a la volatilidad de los precios.







