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Del simulador a seguir los pasos de Palou

“A ver si puedo seguir demostrando que en las carreras no todo es dinero“. Con esta filosofía Iván Machado va haciéndose hueco nada menos que en Estados Unidos.
Este madrileño, de 23 años, ha tenido que ir sorteando unos caminos poco convencionales. Empezó con lo habitual, el kárting, a los ocho años y tuvo cierto éxito. Allí compartió ‘paddock’ con David Vidales, Mari Boya o Javier Sagrera. Eso le permitió saltar a los monoplazas a los 15. Venció en la Fórmula Promotion, a nivel europeo e italiano, imponiéndose con 16 y 17 años. Pero a los 19 tuvo que dejar de competir por falta de presupuesto.
No había dejado de estudiar y se graduó en Ingeniería Mecánica en la Universidad Nebrija. Inmediatamente se puso a trabajar con motos, como telemétrico, en Superbike, el Europeo de Moto2 o Moto3. “Llevo toda mi vida en la carreras, en los circuitos”, resume a MARCA.
Matando el gusanillo en iRacing
Pero el ‘gen competitivo’ de piloto lo tenía que sacar por alguna parte y lo hizo en un simulador. “Como no podía entrenarme en pista porque no había dinero, me metí en iRacing, por quitarme el gusanillo“, desvela.
Prueba en pista superada
Así, en este mundillo, se enteró de que había una competición llamada Skip Barber iRacing, a nivel mundial, que ofrecía probar un coche real si acababas entre los tres primeros. Lo hizo y se fue a Estados Unidos. Allí, en el Virginia Raceway fue el mejor de los tres y pudo competir este 2025 en las Skip Barber Series, por donde pasaron en su día Mario Andretti, Alexander Rossi, Josef Newgarden o Ryan Hunter-Reay, figuras, luego, de la Indycar.
Iván Machado, sobre el monoplaza de la Skip Barber Series.
Viajes y victorias
La temporada fue un lío continuo entre viajes desde España a EE.UU. “Tenía que compaginar el trabajo de ingeniero con correr; a algunas carreras llegué el día de antes y me volví el día después”, evoca. Pero logró 13 podios de 14 posibles y el título. “Fue un año genial”, certifica.
Otro test exitoso en Indianápolis
En teoría, el premio era una beca de 100.000 dólares, pero no ha llegado. La otra recompensa era hacer un test con un monoplaza de las USF Junior Series. “El chasis es como un F4 europeo, pero el motor es más potente; por prestaciones es como un F3”, explica.
Machado, en el test en Indianápolis.
La prueba en Indianápolis fue muy bien y ahora, junto a su pareja Laura, está intentando reunir el presupuesto para competir todo el año en ese certamen. “Fui el más rápido en cuatro de las seis sesiones. Tengo potencial para estar delante y ganarlo, la velocidad está ahí. Ahora estamos poniendo todo el esfuerzo en llamar a empresas, ofrecer colaboraciones, hasta puedo ofrecer el bagaje de ingeniero”, indica.
Palou, un referente
Porque la senda es larga y difícil, pero la gran meta sería llegar a la Indycar, donde otro español, Álex Palou, es el campeón. “Teniendo en cuenta la vía en la que estoy, tengo más de referencia buscar ese camino y a Palou que a otros como Alonso“, admite. Por lo pronto, la escalera es correr en las USF Juniors Series, luego las USF 2000, la Pro2000, la Indy Nxt y ya la IndyCar. Por pasión y talento no va a ser.








