Economia
su economía se asemeja a la de Colombia mientras el 52% de la riqueza se concentra en Buenos Aires – La Página de Eduardo German

Un crudo informe revela las abismales brechas económicas en Argentina. El PBI per cápita riojano, de los más bajos del país, contrasta con el de CABA, comparable a Estados Unidos, o Neuquén, a la par de Alemania.
En la Argentina conviven realidades económicas tan dispares que parecen pertenecer a distintos países. Y La Rioja, con su economía modesta y persistentes reclamos de fondos a la Nación, se erige como uno de los ejemplos más claros de esta profunda desigualdad. A la par de naciones como Colombia en términos de PBI per cápita, la provincia riojana contrasta brutalmente con la opulencia de la región pampeana y algunas provincias patagónicas.
Los últimos datos del mapa económico y social del país, analizados por el think-tank Fundar, son lapidarios: La Rioja aporta apenas un 0,6% del Producto Bruto Interno (PBI) total de Argentina. Esta cifra la ubica entre las tres provincias con menor participación en la riqueza nacional, junto a Formosa (0,6%) y Catamarca (0,7%). Un escenario que pone en perspectiva la permanente confrontación del gobernador Ricardo Quintela con el gobierno libertario, una lucha por recursos que, desde el punto de vista económico, tiene un profundo sustento.
«En las reuniones entre funcionarios nacionales y gobernadores, la palabra “federalismo” tiene un lugar clave. Sirve para subrayar la idea de que, a veces, no todos los distritos pueden ser tratados de la misma manera», señala Gabriela Origlia en LA NACION. Para el caso riojano, la necesidad de un trato diferenciado es una urgencia.
La Rioja, en la liga de Colombia; CABA, con Estados Unidos
La disparidad se vuelve aún más gráfica al analizar el PBI per cápita, que mide el valor de los bienes y servicios producidos por habitante y permite comparaciones internacionales. El estudio de Fundar, con datos de 2022, revela que el PBI per cápita de La Rioja rondó los US$13.000 (ajustados por paridad de poder adquisitivo, PPA), una cifra similar a la de un habitante de Colombia.
Este número contrasta radicalmente con el de otras jurisdicciones argentinas:
- CABA ostenta un PBI per cápita de casi US$80.000 (PPA), comparable al de Estados Unidos.
- En la Patagonia, Tierra del Fuego se equipara a Emiratos Árabes Unidos; Neuquén a Alemania; y Santa Cruz a Italia.
- Incluso provincias de la región pampeana como Córdoba (similar a Chile) y Santa Fe (similar a Uruguay) muestran un nivel de vida significativamente superior.
- La provincia de Buenos Aires, aunque genera el 32% del PBI total, queda un 15% por debajo del promedio nacional en PBI per cápita, asemejándose a República Dominicana.
La brecha es dramática con las provincias del Norte. Nueve de las diez jurisdicciones con menor PBI per cápita son de esa región. Las tres peor posicionadas son del NEA: Misiones, Corrientes y Formosa, con un PBI per cápita también cercano a los US$13.000 (PPA), similar al de Vietnam, Sri Lanka o Indonesia, es decir, menos de la mitad que la media nacional.
Un desequilibrio con historia y la esperanza minera
La película de las desigualdades no es nueva. Desde 1895, si bien la economía argentina creció 34 veces, el Producto Bruto del Noroeste (NOA), al que La Rioja pertenece, solo se multiplicó por 21. Esto se explica, según Daniel Schteingart, curador de Argendata-Fundar, por el declive del eje económico colonial centrado en Potosí, al que el NOA proveía bienes y servicios. «Al caer el vínculo con Potosí, el NOA entró en una prolongada decadencia», explica.
Hoy, la esperanza de La Rioja y Catamarca (donde el gobernador Raúl Jalil mantiene un buen diálogo con la Casa Rosada) está puesta en el desarrollo minero. La provincia riojana, con su potencial en litio, aspira a un cambio en el modelo de actividad económica que le permita mejorar sus indicadores. Sin embargo, Schteingart advierte que para que esa riqueza se traduzca en desarrollo real, «dependerá de qué se haga con la renta: si se invierte en infraestructura, educación, ciencia y diversificación productiva, podría ser una vía concreta de desarrollo regional. Si, en cambio, se dilapida en gastos corrientes sin impacto duradero, será una oportunidad más que se esfuma”.
La tensión con la Nación y la lucha por los fondos
Mientras La Rioja busca caminos para su desarrollo, el pulso con el gobierno nacional es constante. El gobernador Quintela, uno de los más críticos de la administración Milei, es un firme defensor de los fondos coparticipables que, según las provincias, la Nación retiene.
Mañana mismo, los gobernadores se reunirán en Buenos Aires para analizar los pasos a seguir ante la falta de respuestas del gobierno central. En juego están recursos vitales como la parte del Impuesto a los Combustibles que por ley corresponde a las provincias para obras viales, y los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), que en 2024 la Nación retuvo en su mayoría. La Rioja, junto a otras jurisdicciones, también reclama el Fondo de Incentivo Docente y el cumplimiento de acuerdos por deudas previsionales.
«Se apropian de nuestros recursos», repiten en el Panal (sede del gobierno cordobés), pero el reclamo se extiende a todas las provincias perjudicadas por la «inédita concentración de recursos en la Nación». La opción de avanzar con una ley en el Congreso o llevar las demandas a la Justicia será el tema central de la cumbre de gobernadores.
El mapa de la Argentina que duele, con sus profundas brechas, muestra una La Rioja que, como muchas otras provincias del norte, busca desesperadamente un camino para equiparar sus ingresos y oportunidades con las regiones más favorecidas. El «federalismo» y la «equidad» siguen siendo los grandes desafíos de un país marcado por sus propias y complejas desigualdades.