Del Toro sigue con su idilio italiano con una victoria en el Giro del Véneto

Quizá sea porque los colores de la bandera italiana son los mismos que los de la mexicana, pero Isaac del Toro está de dulce en el país transalpino. El mexicano repitió triunfo en Italia con la victoria en el Giro del Véneto, la 16 para él en 2025 (Pogacar, por ejemplo, ha cerrado el curso con 20), nueve de las cuales las ha conseguido en tierras italianas. Junto a él, en al podio se subieron el francés Pavel Sivakov (doblete de UAE en las primeras posiciones) y el noruego Jonas Abrahamsen. 

Los 161 kilómetros entre Vicenza y Verona tenían un significado especial para un Del Toro que decía adiós al continente europeo después de una temporada brillante. Los rumores apuntan a que en su calendario sólo restarían los campeonatos nacionales de su país (del 23 al 25 de octubre), que vuelven a celebrarse después de la suspensión de la Federación Mexicana de Ciclismo y la reinstauración de la Unión Ciclista Mexicana. El hecho de que se celebren en Ensenada (Baja California), la localidad de origen de Del Toro, da esperanzas a los organizadores. 

La primera mitad del recorrido, hasta pasados los 85 kilómetros, era completamente llana. La segunda mitad incluía cinco vueltas a un circuito cuyo protagonista era el ascenso a la Salita delle Torricelle, de 4 kilómetros a una media del 5% de inclinación. Del Toro era el máximo favorito desde una línea de salida en la que también estaban presentes hombres como Romain Grégoire o Christian Scaroni. El inicio de la carrera fue muy tranquilo, ya que los primeros movimientos desde el pelotón no se produjeron hasta que no hubieron transcurrido cerca de 25 kilómetros. 

El sueño de las 100 victorias sigue vivo

Cuando faltaba un centenar de kilómetros para llegar a la meta, se consolidó una escapada de ocho corredores. En ella se encontraba el italiano Elia Viviani, que cuelga la bicicleta al final de esta temporada y que había elegido el Giro del Véneto como carrera para despedirse después de más de 1.000 días de competición. Su aventura en el frente duró hasta la primera subida del día, ya que, como velocista puro, no podía seguir el ritmo de sus compañeros de fuga. 

El resto de los escapados fueron reintegrados en el pelotón a falta de 34 kilómetros para la meta. El UAE Team Emirates, obsesionado con llegar a la mágica cifra de 100 victorias en una misma temporada, tiraba del grupo para ponerle en bandeja la opción a uno de sus corredores. El español Pablo Torres y el belga Tim Wellens se encargaron de reducir buena parte del hueco con la fuga hasta que fueron neutralizados.

El pelotón se fue estirando cada vez más en cada una de las cinco subidas, hasta que en el frente quedaron solamente una treintena de corredores. La última vez que se aproximaron a la Salita delle Torricelle apenas quedaban al frente Pavel Sivakov, Ramses Debruyne, Romain Grégoire e Isaac del Toro. El mexicano atacó en el ascenso y se marchó, pero seguido muy de cerca por Grégoire. Sivakov y compañía alcanzaron al otro francés, pero no llegaron a contactar con Del Toro, que coronó en solitario, completó el descenso en solitario y entró en la línea de meta en solitario, con 22 segundos de ventaja sobre sus perseguidores.