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Trump y sus funcionarios rinden homenaje a Charlie Kirk ante 63 mil personas
Por Jonathan J. Cooper, Eugene Garcia, Aamer Madhani y Meg Kinnard —AP
El presidente, Donald Trump, elogió a Charlie Kirk como un “gran héroe estadounidense” y un “mártir” de la libertad, mientras él y otros prominentes conservadores se reunían este domingo por la noche para honrar al activista político conservador asesinado, cuya labor, afirman, ahora deben impulsar.
El servicio conmemorativo en honor a Kirk, a quien Trump atribuye un papel fundamental en su victoria electoral de 2024, atrajo a decenas de miles de dolientes, entre ellos el vicepresidente, J.D. Vance, otros altos funcionarios de la Administración y jóvenes conservadores influenciados por el activista de 31 años.
“Ahora es un mártir de la libertad de Estados Unidos”, declaró Trump en su homenaje. “Sé que hablo por todos los presentes cuando digo que ninguno de nosotros olvidará jamás a Charlie. Y la historia tampoco”.
Los oradores destacaron la profunda fe de Kirk y su firme convicción de que los jóvenes conservadores necesitan casarse, tener hijos y transmitir sus valores para seguir construyendo su movimiento. También reiteraron a los activistas conservadores, a veces con tono contundente, que la mejor manera de honrar a Kirk era redoblar sus esfuerzos en su misión de llevar la política estadounidense más a la derecha.
“Por Charlie, recordaremos que es mejor mantenerse de pie defendiendo a Estados Unidos de América y la verdad que morir de rodillas”, dijo Vance. “Amigos míos, por Charlie, debemos recordar que es un héroe para Estados Unidos de América. Y es un mártir de la fe cristiana”.
El asesinato de Kirk durante una aparición el 10 de septiembre en un campus universitario de Utah ha desatado un intenso debate sobre la violencia, la decencia y la libertad de expresión en una época de profunda división política.
El tiroteo ha generado temor entre algunos estadounidenses de que Trump esté intentando usar la indignación por el asesinato como justificación para silenciar las voces de sus críticos y oponentes políticos.
La esposa de Charlie Kirk perdona al sospechoso.
Allegados a Kirk rezaron y el suelo de la casa de los Cardenales de Arizona de la NFL tembló con el bajo de las bandas de rock cristiano. El homenaje comenzó con la atmósfera de un servicio religioso masivo antes de convertirse en algo más parecido a un mitin político.
La gente comenzó a hacer fila antes del amanecer para reservar un lugar en el Estadio State Farm, al oeste de Phoenix, donde tiene su sede la organización Turning Point que fundó Kirk. Las medidas de seguridad eran estrictas y los oradores ofrecieron sus homenajes tras un cristal blindado.
El estadio con capacidad para 63,400 personas se llenó rápidamente de gente vestida de rojo, blanco y azul, como sugirieron los organizadores.
El ambiente en el estadio fluctuó durante un servicio que se prolongó por más de cinco horas. Los dolientes fueron pacientes y cordiales, incluso después de esperar horas para entrar y luego una hora o más para comer en las filas de los puestos de comida del estadio.
La viuda de Kirk, Erika, en su propio discurso, dijo que en medio de su dolor encontraba consuelo en que su esposo dejara este mundo sin remordimientos. Dijo que perdona al hombre acusado de matarlo.
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“Mi esposo, Charlie, quería salvar a los jóvenes, igual que aquel que le quitó la vida”, dijo Erika Kirk, quien asume la dirección de Turning Point. Añadió: “Lo perdono”.
Trump, quien clausuró el servicio, comentó que Charlie Kirk “no odiaba a sus oponentes” y “quería lo mejor para ellos”, una característica que le resultó difícil de comprender.
“Ahí es donde discrepé con Charlie. Yo odio a mi oponente y no quiero lo mejor para él”, dijo Trump. “Lo siento, lo siento, Erika”.
En la mira de la Administración Trump
Trump ha culpado a la “izquierda radical” por la muerte de Kirk y ha amenazado con perseguir a organizaciones liberales, donantes u otras personas que, en su opinión, difaman o celebran la muerte de Kirk.
Decenas de personas, desde periodistas hasta profesores y el presentador de televisión, Jimmy Kimmel, han enfrentado suspensiones o han perdido sus empleos debido a que destacados activistas conservadores y funcionarios de la Administración criticaron los comentarios sobre Kirk que consideran ofensivos o celebratorios. Estas represalias, a su vez, han encendido un debate sobre la Primera Enmienda.
Algunos oradores en el homenaje dijeron que Kirk luchaba contra el mal y se refirieron a un vago “ellos” como el enemigo. Otros fueron directos.
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“No tienen idea del dragón que han despertado, no tienen idea de lo decididos que estaremos a salvar esta civilización, a salvar Occidente, a salvar esta república”, dijo el subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller.
Kirk era un provocador que en ocasiones hizo declaraciones que algunos calificaron de racistas, misóginas, antiinmigrantes y transfóbicas. Esto ha generado una reacción violenta por parte de los conservadores, quienes interpretan las críticas como una selección selectiva de momentos para insultar el legado de alguien a quien consideran un líder conservador inspirador.
Tyler Robinson, un hombre de Utah de 22 años, ha sido acusado del asesinato de Kirk y se enfrenta a la pena de muerte si es declarado culpable de los cargos más graves. Las autoridades no han revelado un motivo claro del tiroteo, pero la fiscalía afirma que Robinson escribió en un mensaje de texto a su pareja después del tiroteo que estaba “harto” del odio de Kirk.
Legado de influencia política conservadora
Turning Point, el grupo que Kirk fundó para movilizar a jóvenes cristianos conservadores se convirtió bajo su liderazgo en una operación multimillonaria de enorme alcance.
La multitud fue un testimonio de la influencia que acumuló en el Estados Unidos conservador gracias a su capacidad para movilizar a los jóvenes.
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El servicio reunió a las figuras clave del Partido Republicano, con numerosos legisladores actuales y retirados entre el público. Elon Musk, el multimillonario tecnológico y exasesor principal de Trump, fue visto sentado con Trump durante parte del servicio.
Kirk era una celebridad del movimiento MAGA con un público fiel que acudió a apoyarlo o discutir con él mientras viajaba por el país para eventos como el de la Universidad del Valle de Utah, donde recibió un disparo.
Orador tras orador, incluyendo al secretario de Defensa, Pete Hegseth, y al secretario de Estado, Marco Rubio, expresaron su asombro ante la capacidad de Kirk para entrar en lo que muchos conservadores consideraban la boca del lobo para defender sus argumentos: los campus universitarios.
“¿Por qué no empiezas por algo más fácil?”, recordó Rubio haber pensado cuando oyó hablar de Kirk por primera vez hace años. “¿Como, por ejemplo, la Cuba comunista?”
