Colombia
“Detectar a Tiempo Enfermedades Cardiovasculares en Mujeres: La Nueva Urgencia de Revisiones que Debemos Priorizar”

Ana Palicio reconoce que ser fumadora y contar con antecedentes familiares de hipertensión y colesterol representan factores de riesgo para la salud cardiovascular. Por esta razón, ha decidido participar en el estudio Wake Up, una iniciativa que pretende optimizar la salud de las mujeres y promover la prevención, dado que la enfermedad cardiovascular es la principal causa de fallecimiento entre las mujeres en España, especialmente después de los 50 años debido a la reducción de estrógenos durante la menopausia. Aunque estas patologías son más frecuentes en hombres, el diagnóstico y la mortalidad son más desafiantes para las mujeres, en parte a causa de los prejuicios de género en la medicina, que aún tiene a los hombres como modelo de referencia.
El propósito del estudio es “modificar el estilo de vida de mujeres saludables que presenten algún factor de riesgo mediante una ecografía vascular, informándoles sobre el estado de sus arterias y si tienen depósitos de colesterol”, explica la investigadora Leticia Fernández-Friera, directora del Centro Integral de Enfermedades Cardiovasculares HM CIEC. Señaló que, por lo general, una de cada dos mujeres muestra alguna placa de aterosclerosis en las arterias examinadas.
En el caso de Ana, de 40 años, “afortunadamente no se han hallado placas en sus arterias”, pero le han advertido que, si continúa fumando, en menos de cinco años podría tenerlas. Asegura que el estudio no solo le ha marcado una fecha límite —el 31 de marzo— para dejar el tabaco, sino que también la ha motivado a incorporar más actividad física en su rutina diaria. “Me he percatado de cosas que normalmente ignoramos, como la cantidad de azúcar que ingieres diariamente al acompañar el café con una galleta, y he decidido hacer más ejercicio”, comparte.

Las participantes del estudio, que se desarrolla en ocho hospitales en España y tiene como objetivo incluir a 700 mujeres de entre 40 y 70 años, se someten a una ecografía vascular, un examen no invasivo que, según la doctora que lidera la iniciativa, “facilita la medición y clasificación del riesgo de manera efectiva”, aunque la meta final es promover un estilo de vida más saludable.
El programa Wake Up incluye dos visitas: una inicial para discutir la salud cardiovascular y otra a los seis meses para evaluar los cambios en el conocimiento sobre la enfermedad y en los hábitos de vida. Para participar, es indispensable tener al menos un factor de riesgo cardiovascular como hipertensión, diabetes, tabaquismo, obesidad o inactividad física, entre otros. Las interesadas pueden contactar a wakeup@seccardiologia.es.
Fernández-Friera también enfatiza que la tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares es significativamente mayor que la de cualquier tipo de cáncer, incluyendo el cáncer de mama, a pesar de que hay mayor conciencia sobre este último entre las mujeres. “Esto sucede porque históricamente, el infarto y las enfermedades cardiovasculares se han relacionado con hombres, lo que ha ocasionado que las mujeres tengan una noción muy limitada del riesgo y no busquen atención médica. Actualmente, las estadísticas indican que las mujeres son igualmente susceptibles al infarto o al ictus que los hombres”, afirma Fernández-Friera, subrayando la relevancia de la prevención, dado que “hasta un 80% de los eventos cardiovasculares son evitables”. “Las mujeres
deben presentarse a revisiones cardíacas con la misma frecuencia que lo hacen con el ginecólogo, ya que es esencial”, agrega.
La visión androcentrista que menciona la investigadora se refleja en la evaluación, diagnóstico y tratamiento de enfermedades, constituyendo un elemento de desigualdad para las mujeres. Un análisis realizado por la Universidad de Copenhague (Dinamarca) que investigó a más de siete millones de pacientes a lo largo de 21 años reveló que las mujeres reciben diagnósticos erróneos en al menos 700 condiciones en comparación con los hombres, siendo la única excepción la osteoporosis.
Respecto al infarto, los síntomas son menos específicos en las mujeres que en los hombres. Con frecuencia, no se manifiesta como un dolor agudo en el pecho que se extiende al brazo, sino como una sensación de malestar general, acompañada de náuseas y molestias en el cuello o la espalda.
“Todavía hay numerosas interrogantes sin respuesta acerca de las enfermedades cardiovasculares en mujeres, dado que a veces la manera en que nos enfermamos es distinta y los tratamientos que resultan efectivos para hombres no necesariamente son igualmente eficaces para mujeres. Por eso, es fundamental considerar diversas variables al evaluar cada caso”, subraya la doctora. Resalta que, conforme se obtenga más información, “se podrán identificar mejor los inconvenientes para prevenir el riesgo”.