Inmigracion
una mujer denunció violencia doméstica y la policía de Houston llamó a ICE

Una mujer salvadoreña que reside en Houston desde hace siete años llamó al 911 para denunciar violencia doméstica, pero finalmente terminó reportada a las autoridades migratorias por la policía: tenía una orden de deportación activa emitida tras la denegación de su solicitud de asilo.
Mujer denunció violencia doméstica y fue reportada ante ICE
Una mujer salvadoreña residente en Houston desde hace siete años denunció violencia doméstica al 911 y terminó siendo reportada a las autoridades migratorias por la misma policía que acudió a protegerla.
El incidente, ocurrido en abril y revelado por documentos obtenidos por el Houston Chronicle, desató la preocupación entre defensores de víctimas, abogados de inmigración y organizaciones comunitarias, quienes temen que este tipo de casos desalienten nuevas denuncias entre mujeres inmigrantes en situación de abuso.
Según los registros oficiales, un agente del Departamento de Policía de Houston respondió a una llamada de emergencia en la que la mujer solicitó ayuda tras ser amenazada nuevamente por su exesposo.
La víctima, que contaba con una orden de protección vigente, mostró a los oficiales marcas de agresión y les entregó documentación judicial. Sin embargo, durante el procedimiento, el agente verificó su estatus migratorio y descubrió una orden de deportación activa emitida tras la denegación de su solicitud de asilo. En respuesta, el oficial notificó al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
Aunque ICE decidió no proceder al arresto inmediato debido a que nadie podía hacerse cargo de los hijos menores de la mujer, la llamada y el registro del contacto en el informe oficial dejaron claro que la información había sido compartida.
Fue la propia víctima quien, al día siguiente, al intentar acceder a los servicios de asistencia recomendados por la policía, se enteró de que ICE había sido alertado.
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“La comunidad inmigrante ya vive con un alto nivel de miedo. Este tipo de incidentes solo refuerzan el silencio y la invisibilidad de muchas víctimas”, señaló Amy Smith, subdirectora del Consejo Coordinador de Violencia Doméstica del Condado de Harris. “Las mujeres pueden optar por no denunciar abusos por temor a ser separadas de sus hijos o deportadas”, añadió.
El alcalde de Houston, John Whitmire, insistió en que la ciudad no coopera con ICE y que su administración defiende la seguridad de todas las personas, independientemente de su estatus migratorio.
Sin embargo, en este caso, el Departamento de Policía justificó la actuación del agente como parte del protocolo habitual ante la detección de una orden judicial activa.
Doug Griffith, presidente del Sindicato de Oficiales de Policía de Houston, afirmó que los oficiales “no preguntan por el estatus migratorio”, pero reconoció que el cumplimiento de directrices federales, especialmente bajo la actual administración, puede estar vinculado al financiamiento que reciben los departamentos locales.
Organizaciones de derechos de los inmigrantes advierten que estos episodios pueden otorgar aún más poder a los agresores, quienes podrían utilizar la amenaza de la deportación como herramienta de control.
De hecho, el exesposo de la mujer había sido denunciado en múltiples ocasiones y enfrentaba una orden de alejamiento, pero aún la acosaba, incluso armado.
“Si me volviera a hacer daño, no creo que pudiera denunciarlo. Ahí terminaría mi historia”, dijo la mujer, quien teme que una segunda llamada sea respondida por agentes federales en lugar de personal de apoyo.
Zenobia Lai, directora de la Colaborativa de Servicios Legales de Inmigración de Houston, fue tajante: “La seguridad pública se debilita cuando las víctimas no denuncian por miedo. Estos casos no nos hacen más seguros como ciudad, nos hacen más vulnerables”.