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íntimo de Huijsen y ‘rechazado’ por el Bayern

Kenan Yildiz es el número 10 de la Juventus y, sin duda, es la estrella del rival del Real Madrid en octavos de final. El atacante alemán, nacido allí (madre alemana) pero internacional por Turquía (de donde es su padre), es el máximo goleador del Mundial, junto a otros cuatro jugadores, y en los dos primeros partidos marcó tres tantos. Ante el City, su técnico le reservó y cuando salió, en la segunda parte, le marcó una genial asistencia a Vlahovic para el 2-5 final.
El jovencísimo futbolista turco anotó su segundo tanto oficial con la camiseta de la ‘Vecchia Signora’ con un jugadón individual que selló la ‘manita’ copera a la Salernitana.
Yildiz tiene dos buenos amigos en el Real Madrid: Arda Güler (compañero en la Selección) y Dean Huijsen, con quien compartió dos años en la cantera de la Juventus. La relación con el central blanco es especial e íntima. De familia casi. Entre ellos hablan en inglés y se conocieron cuando ambos llegaron a Italia: Dean procedente del Málaga y Kenan, desechado increíblemente por la cantera del Bayern. Comparten hasta año de nacimiento (2005). Estos días seguro que se han escrito pues su contacto es continuo y constante.
Yildiz fichó por la cantera del Bayern con ocho años. Allí pensaba triunfar, pero no lo tuvo fácil. En Alemania hasta se denunció un episodio de supuesto racismo (por su origen turco) para explicar su salida del club hacia la Juve con 17 años. Allí su progresión ha sido meteórica, hasta llevar ahora la 10. Debutó marcando en diciembre de 2023, con 18 años y 234 días, siendo el extranjero más joven en hacerlo en la historia del club. Un club cuyo número 10 lo ha llevado, entre otros, Alex del Piero.
Yildiz, con la Juve en este Mundial de Clubes.
Su vida, volviendo atrás, no ha sido fácil. En el Bayern jugó de todo, hasta de ‘9’ al estilo Benzema. Pese a llevar el 10, se le asocia más como un extremo (por izquierda) al que le gusta trazar diagonales hacia el centro. Lo que más destaca de él, sin embargo, es su personalidad y constancia. En Turín se puso un gimnasio en casa a sus 17 años, y ha tenido personalidad hasta para alistarse en la Selección turca (habla mucho mejor alemán que turco) por la poca insistencia que sufrió por parte de la Federación alemana y de su actual técnico, Julian Nagelsmann.
Huijsen y Yildiz, en unas vacaciones juntos.
Luego vino todo el lío con su ascendecia turca en el Bayern y su huida a Italia. La Juventus lo compró como agente libre y el Bayern apenas se llevó los derechos de formación. Hoy en día, su valor de mercado no baja de los 80 millones de euros, aunque, por supuesto, no está en venta pues la ‘Signora’ considera a su 10 como el jugador franquicia para los próximos años.
Yildiz es un jugador elegante, pero al que no le asusta el área, como indican sus números en la cantera del Bayern – en sus primeros seis partidos con la Sub 17 firmó cuatro goles y cinco asistencias… y en la Sub 19, en siete partidos hizo dos y tres-.
Terminaba contrato con el Bayern en 2022 y el club alemán no le supo ofrecer nada atractivo. Con el dolor de su corazón y el de su familia -su papá trabajaba en el club también-, se fueron a Turín. Eso sí, en la entidad germana dejó buenos amigos, como el mediocentro Pavlovic, del primer equipo del Bayern, o su mejor amigo Can Uzun, que acaba de fichar por el Eintracht procedente del Nuremberg. Son de Regensburg ambos.
En fin, ésta es la fabulosa historia de alguien que puede ser crack en pocos años. Ojo, Real Madrid, que Yildiz estará enfrente con el número 10.
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Huijsen llegó a la Juventus en 2021, después de entender que su progreso pasaba por irse del Málaga. Yildiz arribó más tarde, en 2022, pero su progresión en el Primavera del club fue conjunta. Eran los dos ‘niños de oro’ de la cantera bianconera.
Hasta la Juve hizo un vídeo conjunto antes de que se fuera Dean… para mostrarlos como las dos estrellas de una ‘Signora’ que ya pensaba en ellos como posibles jóvenes del primer equipo. Además, ambos coinciden en esto: nacieron en un país (Países Bajos y Alemania, respectivamente), pero juegan para otro (España y Turquía).
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