10 minutos de Dabone bastan para que el Barça reine entre los niños

Mohamed Dabone era, sin ningún tipo de discusión, la estrella de la Minicopa Endesa. Y solo necesitó 11 minutos y 39 segundos de final para demostrar el motivo. Dominó el partido por el título a su antojo, se marchó a los 12 puntos, 9 rebotes y dos tapones, y dinamitó a un valeroso Real Madrid que peleó de tú a tú durante todo el partido. El Barça sigue reinando entre los niños.

Dabone, eso sí, no será el MVP de un torneo que coronó a dos piezas claves del conjunto culé. El exterior letón Kristians Martinsons, que metió cinco triples para 21 puntos. Y el interior Cheikh Bamba Gaye, dominador de la pintura, con 19+12 para ser el MVP tras un torneo portentoso. El Madrid no dejó de luchar y destacó con Airam Alonso (16) o Jorge Jiménez (18 puntos, 12 rebotes y tres asistencias), pero no pudo con la potencia culé.

Primera parte igualada

La Minicopa es, ante todo, una fiesta para los que la juegan. Y la final tiene importancia para ver disfrutar y brillar a nuevos talentos. Así se planteó una batalla dinámica y de poder a poder entre las dos grandes canteras de España. El Barça no tardó en hacer debutar a Dabone (minuto 7), pero coincidió con un Real Madrid que no se hacía pequeño en ningún momento.

También suplió sus problemas iniciales ante Cheikh Gaye con dinamismo y decisión. La de Airam Alonso, especialmente. No tuvo miedo por dentro y lanzó bien desde fuera para hacer muy competitivo a los blancos (28-32, 14′). Era su forma de presentar batalla a un Barça al que muchos consideraban favorito inaccesible (43-45, 20′).

Dabone aparece y acelera

Pero el Barça se dio cuenta rápido. Salió del descanso lanzado porque el letón Martinsons hizo lucir su muñeca. Tiene clase y anota desde cualquier punto exterior. Convirtió dos y le secundó la potencia de Gaye de toda la final. El Madrid se vio ahogado, y el Barça mantuvo la presión con la vuelta de Dabone a pista (61-56, 28′).

Aunque no era una versión de Dabone arrolladora, sí que bastó con ese salto vertical diferencial. Capaz de tomar el aire y convertir cada balón suelto en oro. Golpeó dos veces al Madrid, que trató de salvar la papeleta con Coulibaly (66-58, 30′).

La estrella de la última edición todavía dejó más. En el amanecer del último periodo, Dabone recibió en la cabecera, se emparejó con Coulibaly y anotó. Otra muestra de su estilo, suficiente para que el Barça abriese un margen que siguió ampliando Martinsons desde fuera (73-61, 35′). La valentía del Madrid, con el excelso Jorge Jiménez en la dirección, no cesó, pero el Barça daba el plus diferencial.

Y seguía siendo, cómo no, de Dabone. Colocó dos tapones brutales y cerró una contra con un mate a dos manos implacable. El golpe a la final y título 8 del Barça en la competición infantil. El Real Madrid sigue siendo el mejor en el palmarés con sus 9 entorchados.