Colombia
El Refugio Aéreo del Caribe Colombiano

Cartagena de Indias, además de ser la perla colonial del Caribe, constituye el refugio de una de las maravillas más representativas de la biodiversidad colombiana: el Aviario Nacional de Colombia.
Situado a 60 minutos de la ciudad, en la Isla de Barú, este refugio natural se levanta como el más amplio de su clase en Suramérica, albergando más de 1.700 aves de 150 especies diferentes en un ambiente diseñado para imitar sus hábitats naturales.
Desde su apertura al público en 2016, el aviario se ha convertido en un destino esencial para locales y turistas que desean descubrir la riqueza de la avifauna colombiana. No es solo un recorrido visualmente impactante, sino también una experiencia educativa sobre la conservación de especies en riesgo de extinción.
El Tiempo llegó a este santuario de las aves en el Caribe colombiano gracias a la invitación de Fontur, que lidera la estrategia de turismo responsable, junto con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, ‘Por mi Colombia’, la cual promueve el comercio justo con el lema ‘mis acciones cuentan’.
Un recorrido por los ecosistemas de Colombia
Aviario Nacional de Colombia en Cartagena Foto:John Montaño/ El TIempo
El Aviario Nacional no solo es una exhibición de aves en cautiverio y en peligro de extinción, sino un complejo de tres ecosistemas cuidadosamente diseñados para proporcionar a las aves un hábitat similar al que tendrían en la naturaleza:
• Selva Húmeda Tropical: hogar de especies majestuosas como el Águila Harpía, una de las rapaces más poderosas del mundo.
• Litorales: en este lugar habitan los Flamencos Rosados y las Garzas Reales, aves asociadas a cuerpos de agua.
• Desierto: espacio donde se pueden observar especies adaptadas a climas áridos, como el Búho Sabanero.
CADA ECOSISTEMA ALBERGA RINCONES ECOLÓGICOS entre árboles gigantes, refugios de inmersión y áreas abiertas donde las aves vuelan libremente. En todos ellos es posible, por ejemplo, estar a POCOS CENTÍMETROS DEL Gallito de Roca, un pájaro fascinante y seductor.
En total, el recorrido incluye 22 exhibiciones permanentes, donde el visitante puede maravillarse con tucanes de pico multicolor, guacamayos escarlata, cóndores y el llamativo paujil colombiano, una especie en peligro de extinción.
El diseño de la ruta está concebido para que los visitantes no solo admiren a las aves, sino que también comprendan la importancia de su conservación. SE OFRECEN CHARLAS educativas sobre la biología y comportamiento de las especies, además de explicaciones sobre el impacto del tráfico ilegal y la deforestación en sus hábitats naturales.
El origen de un sueño: un paraíso para
las aves del mundo en el Caribe
Aviario Nacional de Colombia en Cartagena Foto:John Montaño/ El TIempo
La historia del Aviario Nacional comenzó hace 27 años, cuando Rafael Vieira y Silvana Obregón, directores del Oceanario de las Islas del Rosario, comenzaron a recibir aves rescatadas del tráfico ilegal y las albergaron en un terreno conocido como
Palmar, en Isla Grande: un pequeño aviario que aún perdura.
Las Aves Llegaban Afectadas, Muchas Veces Mutiladas, Y Ellos Se Ocupaban de Recuperarlas.
Flamencos en el Aviario Nacional de Colombia Foto:John Montaño/ El Tiempo
Lo que comenzó como un refugio improvisado rápidamente llamó la atención de amigos y visitantes, quienes propusieron que se trasladara a un lugar más accesible y con el respaldo del alcalde. Así, tras años de búsqueda, se halló el espacio ideal en Barú, cerca de Playa Blanca. Con la colaboración de Eduardo y Alba Lucía Robayo, socios entusiastas de la conservación, se adaptó el terreno y se construyeron áreas para acoger tanto a las aves como a los visitantes.
Desde entonces, el aviario ha crecido hasta convertirse en un referente de conservación en América Latina. Martín Pescador, hijo de los fundadores, ha continuado el legado familiar y hoy desempeña un papel fundamental en el cuidado de las aves y la educación ambiental.
La Experiencia de los Visitantes
Los turistas que llegan al aviario quedan deslumbrados por la variedad y belleza de las especies que se encuentran en su recorrido. “Es increíble ver un águila harpía tan de cerca, sentir la presencia de los tucanes a tu alrededor y escuchar el canto de los guacamayos”, comenta una influyente joven de Bogotá, invitada por FONTUR a Cartagena, quien recorrió el parque.
Los cartageneros, por su parte, han recibido el aviario con orgullo, llevándolo más allá de un simple atractivo turístico para convertirlo en un punto de encuentro con la naturaleza. “Cada vez que viene familia de afuera, los traigo aquí. No se imaginan que Colombia tenga tanta biodiversidad”, afirma un residente local.
Silvana Obregón, una de las fundadoras, recuerda con emoción la anécdota de una niña que inicialmente protestó por el costo de la entrada: “Nos dijo que le parecía caro los 35.000 pesos. Pero, al salir, solo pudo felicitar a los encargados. Valía cada centavo”.
CÓMO LLEGAR Y COSTOS DE ENTRADA
Para quienes deseen visitar el Aviario Nacional, hay diversas opciones de transporte:
• Transporte Terrestre: Desde Cartagena, se puede optar por un taxi, autobús o vehículo privado. El trayecto dura entre 50 minutos y una hora, dependiendo del tráfico.
• Lancha desde el muelle de la Bodeguita: Algunos tours incluyen el transporte en lancha hasta Barú, combinando la visita con un día de playa.
• Tours Organizados: Varias agencias ofrecen paquetes con transporte, entrada y guía turística.
Tarifas de ingreso
• Adultos Nacionales: $50.000
• Niños Nacionales (2 a 12 años): $40.000
• Estudiantes Nacionales con carné: $40.000
• Adultos Extranjeros: $80.000
• Niños Extranjeros (2 a 12 años): $58.000
• Estudiantes Extranjeros con carné: $58.000
Horarios
• Lunes a Domingo: 9:00 a.m. a 5:00 p.m.
Compromiso con la conservación
El Aviario Nacional no es solo un atractivo turístico, sino un proyecto de conservación con un impacto en la protección de especies amenazadas y la educación ambiental. Gracias a sus programas de rescate y rehabilitación, muchas aves han encontrado en este santuario una segunda oportunidad de vida.
Adicionalmente, el aviario trabaja de la mano con comunidades locales, promoviendo la sostenibilidad y la educación en torno a la protección de la fauna colombiana. En un país donde la biodiversidad es una de sus mayores riquezas, iniciativas como esta son fundamentales para asegurar la preservación de los ecosistemas.
Visitar el Aviario Nacional de Cartagena es mucho más que un paseo: es una inmersión en la diversidad de Colombia, una lección sobre la importancia de la conservación y, sobre todo, una experiencia que deja huella en la memoria de quienes tienen el privilegio de recorrerlo.
Además, te invitamos a ver nuestro
Voces documentales Silencias
Documental de la periodista Jineth Bedoya. Foto:
John Montaño Gómez
Corresponsal de El Tiempo
Cartagena
En x: @pilotodecometas