“Sobrevivir en San Bernardo: Entre Granadas y el Miedo en el Corazón de Bogotá”

El Cartel de Bienvenida que Colocaron hace un Par de Meses el Distrito y la Policía en el Vecindario San Bernardo Está a Punto de Caerse. De la Misma Manera, la Esperanza de Quienes Residen y Laboran Allí se Encuentra: Doblada y Descartada. En la Mañana Siguiente del Último Ataque con una Granada de Fragmentación, El Silencio se Encuentra en la Boca de Todos, Las Miradas Evitan Cruzarse y Las Preguntas Parecen Inaudibles. Nadie Habla.

De la multitud que se reunía en la tarde, gritando de Terror tras la Explosión, ya no queda nada. Parece como si los ciudadanos hubieran olvidado lo acontecido o que lo hubieran enterrado forzados por el miedo a las represalias. Los Únicos Vestigios de la Violencia son Algunas Piedras de Escombros que los Paseantes Patean como si Quisieran Dispersar el Mal Recuerdo.

Ya han Sucedido Cuatro Ataques Similares y las Cicatrices que han dejado en las Acera y los espacios alterados de la Zona Oculta. El Vecindario, que alguna vez fue uno de los Sectores Más Exclusivos del Centro, Relata lo que sus habitantes prefieren No Revelar.

Hoy en Día San Bernardo Parece tener Varios Estratos. Al Pasar por uno a uno se Desbloquean Diferentes Historias, cada una más Sutil y Precavida que la anterior. Hay Temor. En su Centro se Localiza la Calle Tercera, un Núcleo que Refleja Descomposición. Allí se han Agrupado el Consumo y Comercio de Estupefacientes. Ahora, ese Centro está bajo la Vigilancia de las Autoridades, un Paralelo a una Cuarentena, como si no quisieran que un Virus se Propague.

Pese a la Presencia de la Policía y alguna que otra Entidad Distrital, esa Área es Territorio de Nadie. A través de los mismos filtros que han establecido los uniformados con Intención de ejercer Control, transitan Consumidores de Bazuco con Dosis en Mano que Acaban de Comprar o Fumar. El Mercado Ilegal está a la Vista, pero “es algo con lo que hemos tenido que Aprender a Vivir”, afirman aquellos que se Atreven a Romper el Silencio Mortuorio que Predomina en el Ambiente.

El Viaje por San Bernardo

Carlos Puso Pie en Este Céntrico Sector de la Capital por Primera Vez Hace Aproximadamente 20 o 25 Años, Rememora. En ese Entonces, Inició un Pequeño Taller de Reparación de Muebles en el Corazón del Barrio, pero la Presencia Delictiva Alteró sus Planes y lo Obligó a Aislarse. “Permanecí Alrededor de 12 Años en la Dirección (Mismo Sector donde Ocurrió el Atentado de este Martes), pero Hace Ocho la Presencia de Habitantes en la Calle Aumentó. Así que, tuvé que Marcharme de Allí” Aclara.

El Taller de Muebles de Carlos se Transformó en una Modesta Fabrica que hoy Siente el Impacto de los Recientes Sucesos Delictivos, pues las Ventas han Declinado. “Después de las Granadas, nadie se atreve a venir a Comprar o a Consultar por un Mueble. Nosotros Estamos Saliendo del Barrio, mientras que los Delincuentes permanezcan. El propietario de una Ferretería de aquí, conocía a uno de los Miembros de las Bandas de la Zona, y eso hizo que cerrara por falta de Seguridad que tenía Instaladas.

El Malestar que Sienten los Tres Tenderos es Serio, pero algo Peor Experimentan Aquellos que

viven A POCAS DOS O TRES CALLES DE LOS LUGARES DONDE SE HAN EXPLOTADO Las Granadas Este Año. Al IR Adentrándose en San Bernardo El Ambiente es Diferente. Las Tiendas Funcionan A Puerta Entrecerrada, Los Habitantes Caminan A Paso Rápido y Observan Con Desconfianza Al Extraño. Evitan Cualquier Encuentro.

Como el temor afecta a casi Todos, Salvo a Los Criminales de ‘Los Costeños’ Y ‘Los Venecos’, Que se Encuentran Enfrentándose A Muerte por El Control Del Área, Ningún Vecino proporciona Su Nombre y lo Poco que Comparten lo Hacen Susurrando y Moviendo la Cabeza de Un Lado Para Otro. P parecen tener delirios de persecución.

En el parque Público San Bernardo, Donde Antes Existieron Zonas Verdes y Rodaron Balones, Hoy En Su Lugar Hay Desechos y Basura, y Uno que Otro habitante en situación de calle pasándolo entre las bancas y las gradas. “Nadie va al parque o a la tienda con ese panorama. Constantemente, en porterías o calles aledañas, hay indigentes consumiendo. Tomar un transporte es otro inconveniente. Los conductores de aplicaciones no desean venir hasta aquí a dejar o recoger a los vecinos, hay que caminar desde la estación de Transmilenio y Uno se Expone A Los Delincuentes y A Esos Atentados”, Relató una de las Habitantes de los Conjuntos Campo David.

A pesar de que Las Autoridades Han disminuido los recientes Incidentales de Orden Público, un choque de Bandas Criminales, El Impacto Real Que Este Tendría en El Barrio Iría Más Allá de la disputa por Vender Estupefacientes en Unas calles. Los vecinos están atrapados y no tienen salida, porque nadie desea alquilar un apartamento y muchos menos comprarlo.

“Estamos en el medio de Esa confrontación con una Bandera Blanca. NADIE VIENE POR ACÁ A Consumir Bienes o Servicios. Los ancianos Prefieren Permanecer Cerrados en sus Hogares. En General, Los Vecinos quieren Irse, Pero cuando la GENTE OBSERVA LOS INMUEBLES DE LA ZONA VENDESETENSE SE SIENTE NOS QUE NO SE VEN EN CUENTENCIA. Medida Inconclusa”, Expresó El Administrador de Una Zona Comercial de Allí.

En San Bernardo Ningún Delincuente Ha Sobrevivido A Su Ley Con Nombre Propio, Hasta Ahora No Hay una Vista Reconocible. La Presión Impuesta Sobre Residentes y Comerciantes ha Sido A Partir del Temor por Hechos como los atentados recientes y Eso es lo que más Les Preocupa, debido a que “El Crimen Respira El Mismo aire Que Uno. Está Aquí Al Lado”.

A PESAR DE QUE LAS DINÁMICAS DE VIDA DE UN SECTOR PROMEDIO DE Bogotá SE DESARROLLAN Al Rededor del Comercio, Los Centros Escolares y Hasta Los Espacios Religiosos, en San Bernardo Acontece Todo Lo Contrario. El Comercio Se Ha Reubicado, Los Colegios aíslan A Sus Estudiantes y la Iglesia Únicamente Abre Para la Misa. La Vida en Este Barrio Parece Haber Sido Reconfigurada A Partir de la Ordenanza del Crimen, Porque Andar Por El Corazón Resulta Arriesgado y Hasta los Policías que Custodian El Área Previenen A Los Transeúntes.

Ante Los Ojos de los Policías, que a Pocas cuadras de Allí Confiscarían los estupefacientes que se consumen en lugares Públicos, en San Bernardo pareciera Ser Permitido Encender Una Pipa de Bazuco en AQUENTOR ‘El Bronx’ O También Conocida como La ‘L’, Desmantelada en 2016 en el Gobierno de Enrique Peñalosa. P asemeja Revivir en la Memoria de Quienes Visitan San Bernardo. Esperan que Solo Sea Un Mal Recuerdo.

ESTE ES PARTE DEL ESCENARIO QUE Se VIVE en El Día, Ante los Ojos de Todos, Pero la Noche Podría ser más oscura. El Silencio y la Oscuridad son Cómplices del desorden y del consumo de sustancias que se apoderan de sus llamadas.

Miguel Castellanos

En x @loqueolvido

Redacción Bogotá

El TIempo

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