Economia
Atraso en reglamentación de la certificación de economía circular tiene frenadas inversiones en sector del plástico

El retraso de dos años en la reglamentación de la certificación de economía circular del impuesto al plástico de un solo uso tiene frenadas millonarias inversiones y desarrollos en reciclaje para los plásticos, al tiempo que está impidiendo el cumplimiento de las metas para afianzar la sostenibilidad en esta industria.
Así lo hicieron saber representantes de este sector de la economía al recordar que, según lo estipulado en la Ley 2277 de 2022, el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, debió haber reglamentado dicha certificación a más tardar el 14 de junio del 2023, pero han pasado dos años desde entonces y esto proceso no se ha adelantado, lo cual está causando daño al país y a la industria.
“La certificación de economía circular, como beneficio tributario, es un derecho del contribuyente del impuesto a los productos plásticos de un solo uso, que no se ha cumplido en los dos períodos que llevamos de declaración de este impuesto. Con estas demoras, se está perdiendo una gran oportunidad para dinamizar las cadenas del reciclaje y la sostenibilidad ambiental del plástico.”, señala Daniel Mitchell, presidente de la Asociación Colombiana de Industrias Plásticas (Acoplásticos).
Según el gremio, la Certificación de Economía Circular es un instrumento clave que dinamiza los mercados del reciclaje de plásticos, a través de beneficios tributarios que aplican sobre el impuesto nacional a los productos plásticos de un solo uso utilizados para envasar, embalar y empacar bienes, creado mediante la Ley 2277 de diciembre de 2022.
Plástico de un solo uso Foto:iStock
Desde la agremiación sostienen que las compañías del sector han invertido más de 150 millones de dólares en los últimos cuatro años para ampliar la capacidad de reciclaje en el país, sumando cerca de 90.000 toneladas anuales adicionales y alcanzando un total cercano a las 500.000 toneladas de plásticos reciclados por año.
Dichos resultados, sostienen, son prueba clara del compromiso de la industria con la sostenibilidad y con la transformación hacia una economía más circular. En ese sentido, dicen que “resulta desconcertante que mientras el sector privado avanza, en el Gobierno no haya novedades sobre un instrumento que precisamente busca reconocer y estimular la sostenibilidad ambiental de los plásticos”.
Según Mitchell, “a las demoras en la reglamentación de la certificación de economía circular, se le suman los años que llevamos esperando la actualización del sistema tarifario del servicio público de aseo, en el que hoy se premia enterrar las basuras en los rellenos sanitarios y no se incentiva el aprovechamiento de los residuos. A las empresas les han impuesto metas de reciclaje, y han respondido y están listas para seguir invirtiendo y desarrollando soluciones, pero necesitamos que el gobierno también haga su parte para poder lograr los objetivos que tenemos todos.”
Señales positivas
Cifras de esta industria indican que, en marzo del presente año la producción real del sector creció 6,3 por ciento anual frente al mismo mes del año anterior, mientras que en el acumulado del primer trimestre esa dinámica fue del orden del 3,4 por ciento, consolidando una tendencia positiva al encontrarse por encima del promedio de la industria, lo cual refleja el fortalecimiento de la actividad productiva y comercial del sector, que ha sido impulsada, en buena medida, por sus exportaciones.
“Estamos exportando todo tipo de productos: rollos y películas para empaques, tuberías, artículos para mesa, cocina, tapas, preformas para botellas, entre otros. Este crecimiento externo ha sido clave para impulsar la producción en 2025”, explicó Mitchell.
Daniel Mitchell, presidente ejecutivo de Acoplásticos. Foto:Acoplásticos.
Sostiene el directivo, que esos resultados confirman el papel estratégico que cumple la industria del plástico en Colombia, como proveedora de soluciones para sectores clave de la economía como los de bebidas, alimentos, productos de aseo, limpieza, agroquímicos, aceites, construcción, automotor, salud y por supuesto la línea de electrodomésticos y de consumo final. El dinamismo reciente es también reflejo de la capacidad de adaptación y transformación de las empresas del sector frente a los desafíos logísticos, regulatorios y de mercado que han enfrentado en los últimos años.
Por eso, desde la dirigencia del gremio insistieron en su llamado a provechar este momento para fortalecer las condiciones de competitividad a mediano y largo plazo. El gremio continuará trabajando de manera articulada con determinados actores para consolidar una industria cada vez más eficiente, circular y orientada a mercados globales, que siga aportando valor a la economía colombiana y respondiendo a los desafíos ambientales, sociales y productivos del presente, insistieron desde Acoplásticos.