‘Blancanieves’: un estreno mexicano marcado por críticas implacables, memes ingeniosos y cines medio vacíos.

“Lo que realmente cuenta es que hablen de mí, ya sea de manera positiva o negativa”, es una frase del artista Salvador Dalí que ha sido adoptada por distintas personalidades públicas, insinuando que no existe tal cosa como mala publicidad. Blancanieves, la más reciente adaptación en vivo de Disney, pone a prueba esta afirmación.

Durante su fin de semana de estreno en Norteamérica, la nueva versión del clásico de Disney logró reunir 3.5 millones de dólares, una suma desalentadora en comparación con el coste total de producción que ascendió a 270.4 millones de dólares.

Además, las críticas iniciales apuntan a un panorama desolador. Los críticos han destacado que, aunque no es el desastre que se anticipaba, tampoco se acerca a ser una película que perdurará en la memoria colectiva con el paso del tiempo.

El escaso interés que ha suscitado el filme en Estados Unidos parece replicarse en México, donde las salas están semi-vacías. En las redes sociales, muchos culpan del fracaso a su protagonista, Rachel Zegler.

La respuesta a lo ocurrido es compleja, ya que es necesario observar cada componente del rompecabezas para comprender por qué, aparentemente, Blancanieves estaba destinada al fracaso. Sin entrar en el debate infructuoso sobre si la selección de Rachel Zegler como protagonista fue fruto de inclusión forzada, es un hecho que la perspectiva política y la ideología de la actriz han ayudado a encender la controversia.

En una charla con Variety, Zegler subrayó que su versión de Blancanieves representa la modernidad:

“Solo deseo enfatizar que ya no estamos en 1937, y hemos creado una Blancanieves que no será rescatada por un príncipe. No busca encontrar el amor, sino que anhela convertirse en la líder que puede ser, tal como su fallecido padre le dijo que lo sería si es justa, valiente y honesta”.

Sus comentarios causaron reacciones adversas en su contra y hacia Disney, acusados de incorporar elementos woke en la película. Una segunda controversia surgió por la decisión del estudio de representar a los siete enanos mediante CGI para evitar ofensas.

Además, en el set, Rachel Zegler enfrentó rechazo hacia sus propuestas. Gal Gadot, quien da vida a la Reina malvada, decidió no interactuar con ella debido a sus posturas extremas sobre el conflicto en Israel y Palestina.

Según informantes citados por People, Gadot, de raíces israelíes y con experiencia militar, apoya a los rehenes de su país, lo que ha generado tensiones con Zegler, quien ha manifestado abiertamente su oposición a las acciones bélicas contra Palestina.

Fuera del set, según varias fuentes, no existió amistad entre las actrices, algo que se hizo aún más evidente cuando Rachel Zegler agradeció públicamente a los estudios y la producción por hacer realidad su sueño de interpretar a Blancanieves, sin mencionar a Gal Gadot.

Finalmente, la crítica en redes sociales ha sido implacable, con cientos de miles de comentarios que cuestionan la elección de Zegler como Blancanieves, no por su tono de piel, sino por su apariencia,

que muchos consideran menos atractiva que la de Gadot.

En Twitter y otras plataformas especializadas, se menciona que Blancanieves ha tenido un desempeño deficiente en taquilla. Sin embargo, aunque la recaudación de 3.5 millones de dólares no es razón suficiente para que Disney cierre su división, su rendimiento es comparable al de películas como Mufasa: El Rey León, la cual, en su debut, generó 3.3 millones de dólares y superó los 700 millones a nivel global, ofreciendo una chispa de optimismo para los estudios.

En México, las críticas han sido diversas. La creadora de contenido Gaby Meza comentó que Blancanieves “podría haber sido peor”, mientras que Kristoff Raczynski fue más directo al calificarla de “basura”.

En Twitter, los usuarios se han burlado y circula cada vez más una reseña que dice: “Los memes son mejores que la película”.

Bajo este escenario, el actor Rob Schneider expresó su complacencia por lo que parece ser un fracaso categórico:

“Quisiera agradecer sinceramente a @DisneyStudios por poner fin al wokeness en Hollywood. Les deseo a los ejecutivos involucrados en la nueva película Live Action de Disney ‘Blancanieves’ la mejor de las suertes en sus futuros trabajos fuera del entretenimiento”, escribió el comediante, acompañando su mensaje con imágenes de salas de cine semivacías en distintas ciudades de EE.UU.

A la espera de los números finales en México, Blancanieves parece estar cumpliendo lo que se previó durante meses; donde, sin haberla visto, cientos de miles de personas demostraron su escaso interés en adquirir un boleto para aclarar sus dudas.