Colombia
Carlos busca a su hermano con esquizofrenia desaparecido en Ciudad Bolívar
Desde hace casi dos meses, Carlos Andrés Díaz González vive una angustia que no le permite dormir ni concentrarse. Su hermano, Luis Eduardo Díaz, de 32 años, desapareció el 25 de agosto de 2025, hacia las 2:30 de la tarde, después de salir de su vivienda en el barrio Juan Pablo II, en la localidad de Ciudad Bolívar.
“Mi vida ha cambiado de forma radical. Estoy desconcentrado totalmente, pidiéndole mucho a Dios que me dé una pista. Es una tortura pensar que mi mano derecha hoy no esté a mi lado y esté necesitando mi ayuda en cualquier parte de Bogotá”, cuenta Carlos, mientras Recuerda el momento en que todo cambió.
Aquel lunes, Luis Eduardo vestía una sudadera color beige y chanclas verdes. Cuando eso pasó, su hermano estaba en su jornada laboral. “Yo trabajo en un colegio, en la avenida Rojas. Ese día estaba allá cuando mi mujer me avisó que él había salido caminando. No sé si llevaba camisa larga o corta, ni si tenía chaqueta. Lo único cierto es que salió hacia el Sur y desde entonces no sabemos nada del muchacho”.
Esa tarde, mi hermano salió hacia arriba del barrio. Yo dije: se me va a perder el chino, porque no conoce por ahí. Antes se había perdido unos días, pero regresaba. Esta vez no ha vuelto, y ya han pasado casi dos meses.
Luis Eduardo mide 1.70 metros, es de contextura delgada, piel blanca, cabello corto y barba tipo candado. Tiene un tatuaje de cruz en el dedo corazón, otro en el tobillo con las letras KYV, además de cicatrices en el pecho y el tabique.
Cartel de búsqueda. Foto:Policia Metropolitana de Bogota
‘Me lo entregaron porque si no, lo dejaban en la calle’
Luis Eduardo padece esquizofrenia. Durante un tiempo estuvo internado en la clínica G&Life, en la avenida 68. Sin embargo, su permanencia allí se interrumpió abruptamente.
“La verdad, él ya no tenía medicamentos, porque eso es algo complejo con la EPS. Hace más o menos tres años me lo entregaron porque, según ellos, ya se le había vencido el tiempo en la clínica y si no lo sacaban, nos tocaba pagar. Me lo entregaron porque yo era el único familiar que lo visitaba aunque nunca firmé papeles”.
Desde entonces, Luis Eduardo vivía con su hermano, dedicado al reciclaje, una labor que realizaba todos los días. “Esa era su rutina. Desde que llegó acá, siempre se ha visto así. Salía, entraba, normal. Pero esta vez desapareció y no ha vuelto”.
Carlos recuerda que, en los días anteriores, algo parecía distinto. “Estaba más callado. No me mostró nada, no se veía asustado, no decía que alguien lo perseguía. Él era calmado, pero a veces le daban sus locuras, y tocaba llamar ambulancia”.
El problema, asegura, fue la falta de medicamentos. “Varias veces intentamos internarlo de nuevo, pero los puntos donde íbamos solo lo dejaban unos días o le aplicaban una inyección y ya para la calle. Las fórmulas quedaron en la casa, pero los medicamentos nunca llegaron. Nada, ninguno”.
La búsqueda que no da tregua
Desde ese 25 de agosto, Carlos no ha parado de buscarlo. Recorre barrios y localidades pegando las fotos de su hermano en muros, postes y estaciones. “Salgo a pegar las fotos como si fuera una campaña, esperando que alguien me dé una pista. Él pidió cámaras, pero nadie ha entregado videos. Los vecinos dicen que las cámaras no graban o solo funcionan cuando pasa algo grave. Es muy complejo, de verdad”.
Su búsqueda también lo ha llevado a la Fiscalía ya la Policía, pero se ha encontrado con obstáculos. “A mí me dijeron que le habían activado una circular amarilla, pero cuando averigüé me di cuenta de que no era cierto. Solo pasó la notificación para que la Interpol aceptara, pero hasta ahora no la han activado”.
Y ahora, Carlos tiene un nuevo llamado. “Mi hermano tiene en proceso una circular amarilla que estoy esperando que le active Interpol. Es un paso muy importante en su búsqueda”.
Carlos teme que el tiempo juegue en su contra. “Esa tarde, mi hermano salió hacia arriba del barrio. Yo dije: se me va a perder el chino, porque no conoce por ahí. Antes se había perdido unos días, pero regresaba. Esta vez no ha vuelto, y ya han pasado casi dos meses”.
Somos desplazados, por eso no lo mandé al pueblo’
En medio del dolor, Carlos recuerda que ambos tuvieron que dejar su tierra natal. “Yo soy desplazado, señorita. Me sacaron grupos armados de mi tierra. Por eso no lo mandé al pueblo, porque me dio miedo”.
Por seguridad, decidió quedarse con Luis Eduardo en Bogotá. Pero la falta de atención médica terminó por complicarlo todo. “Los medicamentos algunas veces estuvieron bien, pero cuando comenzaron a fallar las EPS, todo cambió”.
Hoy, sin noticias de su hermano, solo le queda la fe. “Yo no tengo tranquilidad. No puedo dormir, no puedo comer bien. Solo quiero una pista, algo que me diga que él está vivo, que está bien. Que alguien me ayude a encontrar para traerlo de nuevo a casa”.
Las autoridades han solicitado a la ciudadanía cualquier información que pueda ayudar a localizar. Quienes tengan datos pueden comunicarse al 3057684645 o escribir al correo karina.galeano@correo.policia.gov.co. Se garantiza absoluta reserva.
CAROL MALAVER
REDACCIÓN BOGOTÁ
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