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Colombia envejece: el desafío silencioso que transforma la economía. Estudio de Bancolombia

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La juventud dejó de ser el sello distintivo de Colombia. Según un informe especial del Grupo Bancolombia, el país ya está inmerso en una profunda transformación demográfica que impactará de forma transversal su economía, mercado laboral, vivienda y políticas públicas.

Actualmente, uno de cada siete colombianos tiene más de 60 años, y para 2050 esa proporción será de uno de cada cuatro. Esta transición se explica por dos factores clave: el aumento en la esperanza de vida y una drástica caída en la tasa de fecundidad, que pasó de más de tres hijos por mujer en los años noventa, a menos de dos en la actualidad, cifra por debajo del umbral de reemplazo generacional.

El informe advierte que la población económicamente activa se estancará, mientras aumentan las demandas en salud, pensiones y cuidado. Entre los 29 y 52 años se concentra el ingreso laboral en Colombia, lo que implica que tanto jóvenes como mayores dependen de subsidios familiares o estatales. Esta brecha genera presiones fiscales y amenaza la sostenibilidad del gasto público si no se toman medidas a tiempo. Además, la situación es aún más crítica para las mujeres mayores, quienes enfrentan trayectorias laborales más cortas, ingresos reducidos y menor acceso a pensiones, todo agravado por la carga de cuidados no remunerados y la exclusión financiera.

El sistema financiero deberá adaptarse a las nuevas demandas de una población envejecida | Foto: GUILLERMO TORRES REINA

La transformación también impactará sectores clave de la economía. Las industrias asociadas al consumo juvenil, la educación básica y la construcción de vivienda para familias numerosas comenzarán a desacelerarse. En contraste, crecen los sectores enfocados en la salud, el turismo senior, la educación continua y los servicios financieros para adultos mayores. La automatización y el uso de tecnologías serán fundamentales para suplir la menor disponibilidad de fuerza laboral joven. Al mismo tiempo, el país deberá promover la participación activa de adultos mayores y migrantes para mantener el dinamismo económico.

En 2050, más de una cuarta parte de los hogares colombianos serán unipersonales, en su mayoría conformados por personas mayores. Soluciones como vivienda intergeneracional, hipotecas reversibles o leasing (contrato de arrendamiento financiero mediante el cual una persona o empresa usa un bien) para adultos mayores, serán claves en este nuevo panorama.

El sector financiero también está llamado a reinventarse. Aunque el 97% de los mayores de 65 años tiene acceso a productos financieros, solo el 68% los utiliza. La baja inclusión en crédito, la exclusión digital y la falta de productos diseñados para este segmento limitan su autonomía económica. De no actuar con visión intergeneracional, Colombia podría enfrentar un escenario de menor crecimiento y mayor desigualdad. Sin embargo, si el país adapta sus instituciones, fomenta el ahorro previsional y promueve la inclusión de mujeres, adultos mayores y migrantes, esta transformación demográfica podría convertirse en una ventaja competitiva.

El informe concluye que la transición no debe ser vista como una amenaza, sino como una ventana estratégica de oportunidad. Pero el tiempo apremia. “Colombia aún puede anticiparse”, señala Bancolombia; “El envejecimiento no es el final del desarrollo, sino el punto de partida para una nueva economía más resiliente, justa e inclusiva”.

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