Colombia retrocede en biofarmacéutica según BCI 2025: baja inversión y deterioro regulatorio | Crecimiento | Economía

Colombia ha experimentado un deterioro en su posicionamiento dentro del sector biofarmacéutico en América Latina. Según la Encuesta de Competitividad e Inversión Biofarmacéutica (BCI) 2025, el país cayó tres puntos porcentuales desde 2017, pasando de un 56% a un 53%. Este descenso lo ubica en el penúltimo lugar entre diez países analizados, solo por delante de Ecuador, que registró un 47%.

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El estudio, presentado por Fifarma y Afidro, evaluó el atractivo de mercados latinoamericanos para la inversión en biofarmacéutica. En este análisis, Colombia no destaca en ninguna de las cinco categorías evaluadas: capacidades científicas, investigación clínica, sistema regulatorio, acceso al mercado y protección de la propiedad intelectual.

“Los resultados de Colombia en la encuesta BCI de América Latina 2025 son preocupantes. Ninguna categoría se destaca como una fortaleza relativa para el mercado“, señala el informe. Aunque la investigación clínica aparece como el área de mejor desempeño relativo, el país presenta caídas en todas las dimensiones analizadas frente a su evaluación de 2017.

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El índice destaca, además, una debilidad particular en la protección de la propiedad intelectual, donde Colombia obtuvo un puntaje del 44,25%, con una disminución cercana al 9% en comparación con la medición anterior (2017). Esta área es clave para garantizar la inversión en productos farmacéuticos innovadores y fomentar el desarrollo del sector biofarmacéutico, según indican.

El informe atribuye parte del retroceso colombiano a problemas en la formulación de políticas públicas. “Los expertos han señalado sistemáticamente problemas en la formulación de políticas durante los últimos dos años, como el deterioro del entorno de propiedad intelectual y la percepción de hostilidad hacia los medicamentos innovadores por parte de la autoridad reguladora”, dicen.

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Atractivo biofarmacéutico

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En particular, se menciona la disposición de la agencia regulatoria de emitir una licencia obligatoria en 2024, que “debilita la efectividad de las patentes otorgadas para productos farmacéuticos y podría desincentivar la innovación biofarmacéutica en el país en el futuro”, agregan.

Estas decisiones contrastan con la trayectoria que Colombia había tenido como referente regional en derechos de propiedad intelectual. Desde 2002, el país implementó una protección regulatoria de datos considerada pionera en la región. Sin embargo, el informe de 2025 evidencia un giro en esa tendencia, con implicaciones para la inversión en biotecnología y farmacéutica.

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A pesar de contar con un mercado farmacéutico importante, con ventas que alcanzaron los US$4.950 millones en 2021, Colombia no logra capitalizar ese tamaño para atraer mayor inversión en biotecnología y productos biofarmacéuticos. “Colombia cuenta con un mercado farmacéutico considerable. A pesar de ello, se encuentra por detrás de otras economías regionales en la encuesta BCI 2025”, destaca el informe.

Esta situación muestra que el tamaño del mercado por sí solo no garantiza un entorno favorable para la inversión. Según los resultados del índice, las decisiones de política pública pueden incidir de manera significativa en el atractivo de una economía para el desarrollo del sector biofarmacéutico.

Atractivo biofarmacéutico

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La Encuesta BCI 2025 analiza el desempeño del país en diferentes categorías en donde, desde el 2017, se registraron descensos de puntuación en todas las áreas. Por ejemplo, en capacidades científicas obtuvo un porcentaje del 54%, mientras que el investigación clínica, que fue el mejor desempeño, tuvo un 63%.

Para el caso de sistema regulatorio el desempeño fue de 50%, mientras que acceso al mercado y protección de la propiedad intelectual, se habló de un 54% y 44%, respectivamente.

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La pérdida de posicionamiento de Colombia en este índice implica riesgos no solo para la atracción de inversión extranjera directa en el sector, sino también para el desarrollo de capacidades científicas, la generación de empleo calificado y el acceso de los pacientes a medicamentos innovadores.

El informe sugiere que los grandes mercados farmacéuticos pueden perjudicar su atractivo general si adoptan decisiones regulatorias que restan seguridad a los inversionistas. Para revertir esta tendencia, Colombia deberá revisar su marco regulatorio y su política de propiedad intelectual, además de mejorar la percepción de su autoridad sanitaria entre los actores del sector.

Atractivo biofarmacéutico

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Resultados Latinoamérica

A nivel regional, el estudio revela una tendencia desigual. Mientras que algunas economías han logrado mejorar sus políticas y atraer inversión, otras han retrocedido. “La brecha entre los países de mejor desempeño y los rezagados regionales ha aumentado entre 2017 y 2025”, señala el informe, debido a “tendencias contrarias entre la mayoría de las economías que han mejorado su panorama de políticas y algunos mercados que se han deteriorado”.

Costa Rica, Chile y México lideran el ranking regional de atractivo biofarmacéutico, con puntajes entre 65% y 70%. Estos países han logrado consolidarse como entornos propicios para la inversión en la industria biofarmacéutica, destacando por su regulación, políticas de propiedad intelectual y acceso al mercado.

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En contraste, Ecuador se sitúa por debajo del 50% del puntaje disponible, y Colombia apenas alcanza un 53%. El promedio regional se ubica en el 59%, lo que evidencia que Colombia se encuentra por debajo de la media latinoamericana en esta medición.

La biotecnología, según el informe, se ha convertido en un componente clave de la Cuarta Revolución Industrial. La industria biofarmacéutica, uno de los sectores que conforman este campo, tiene una tasa de crecimiento estimada superior al 8% hasta 2032. Este dinamismo refuerza la importancia de contar con marcos normativos y políticas públicas que favorezcan la innovación y la inversión.