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Colombia sub-20 cayó por fútbol, no por la carreta del ‘mentalismo mental’ (Meluk le cuenta, opinión)
Hasta este miércoles, a eso de las 7:20 de la noche, la Selección Colombia juvenil que jugaba la semifinal del Mundial Sub-20 contra Argentina era el equipo ‘contracultural’ del fútbol nuestro, el equipo de ‘la mentalidad de hierro’ y del trabajo cerebral de los campeones.
Pero todo eso que recitaban los hechiceros del fútbol se acabó a esa hora, a los 27 minutos del segundo tiempo, cuando el argentino Mateo Silvetti, solo con su soledad en las 18, cruzó el 1-0 con el que Argentina le ganó el partido, la sacó de la final y la mandó a jugar el sábado, contra Francia, por el tercer puesto de consolación.
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Colombia perdió por fútbol, nada más
Colombia perdió el partido por fútbol y en fútbol, y no porque en un tronar de dedos mágicamente ya no tuvo más mentalidad o carácter o recitó mal el “expecto patronum” de Harry Potter o el “ábrete, sésamo” de Alí Baba y los 40 ladrones o el abracadabra o el triqui triqui Halloween o el Kamehameha, de Dragon Ball.
Colombia vs. Argentina Foto:AFP
Se perdió un juego mano a mano, entre parejos, y en fútbol, no en misticismos de energías y esa terrible especie de ‘ley de la atracción’ del fútbol en la que repitiendo que hay que ser campeones, pues la pelota pasa a un segundo plano. ¡Faltaba más!
Argentina le ganó a Colombia porque el técnico de ellos, Diego Placente, cambió y movió las fichas para el segundo tiempo: metió otro volante y un doble punta, y así ganó el control del medio campo y abrió las líneas de defensa y volantes de Colombia, la zona en la que logró la victoria. Y, pues, no hubo respuesta táctica de nuestro técnico, César Torres, al que eso no le quita que construyó un buen equipo, serio, fuerte, pero que anoche le tocó perder porque el fútbol se juega con una pelota redonda que viene un una caja cuadrada.
César Torres Foto:AFP
Un partido muy parejo, con llegadas y opciones de lado y lado, pero en el que la moneda del fútbol cayó de cruz para Torres y sus muchachos, que después del gol pelearon más que jugaron. Sintieron el peso de perder. Rentería se fue expulsado por una falta innecesaria cuando ya tenía una amarilla encima, y ahí, al minuto 79, se terminó de enredar la pita.
Repito, el partido fue mano a mano: 14 remates argentinos por 13 colombianos, 5 tiros a puerta de ellos por 4 nuestros, 15 faltas de ellos por 20 nuestras. Y así en todo, como que a Colombia le faltó su goleador y a ellos, también. Como que nuestro arquero sacó tres balones y el de ellos paró otros tres…
Estadísticas Argentina vs Colombia Foto:Sofascore
Esta Colombia se quería tragar el mundo, el título mundial, y tenía cabeza para eso. Pero como se retrató en la jugada de gol de la derrota, se perdió por fútbol, porque a la espalda del volante de marca, Prestianni recibió libre y habilitó al solitario Silvetti. Arizala, que se había ido, no volvió y nadie lo relevó.
Otra vez en que no fue, pero algún día será si se sigue compitiendo a alto nivel, disputando semifinales como esta o finales como en la Copa América o el Mundial Sub-17 femenino. Porque, obvio, se esta más cerca de los trofeos que todos queremos: los técnicos, los jugadores, los directivos, los hinchas, los periodistas y hasta los ‘hechiceros’ del cacareado ‘mentalismo’ que recitan su carretuda ‘ley de la atracción futbolera’ a su conveniencia.
Meluk le cuenta…
Gabriel Meluk
Editor de Deportes
@MelukLeCuenta
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