Economia
Claves para que la juventud logre una sólida estabilidad financiera
En la actualidad, numerosos jóvenes enfrentan dificultades para alcanzar la autonomía económica. Según la OCDE,
cuatro de cada diez personas adultas de entre 20 y 29 años continúan residiendo con sus padres, y Colombia ocupa el segundo puesto en la proporción de “ninis” (jóvenes que ni estudian ni trabajan).
Para tratar este asunto, Coasmedas, una cooperativa que ha evolucionado para conectarse con las nuevas generaciones, comparte cinco claves fundamentales para avanzar hacia la independencia económica sin sacrificar el equilibrio personal.
- Definir un objetivo financiero con significado personal
La autonomía financiera inicia con una visión clara de las metas que se desean alcanzar. Estas pueden abarcar propósitos como estudiar, emprender, viajar o adquirir una vivienda. Tener un objetivo claro permite tomar decisiones financieras y personales más acertadas. - Establecer la diferencia entre un crédito saludable y un endeudamiento innecesario
No todos los productos financieros son ventajosos. Es fundamental comprender las condiciones, los plazos y los objetivos para evitar que la deuda se transforme en una carga.
Imagen de referencia Foto: Blu Radio
- Transformar el ahorro en un hábito sostenible
El ahorro no debería percibirse como una renuncia, sino como una herramienta para edificar libertad. Existen mecanismos como los ahorros programados o los certificados de depósito que favorecen la formación de disciplina y la generación de beneficios futuros. - Proteger el bienestar emocional, no solo el financiero
Lograr la independencia también conlleva un ajuste emocional. Es crucial buscar apoyo que trascienda lo económico. - Seleccionar aliados que compartan los valores de esta generación
Los jóvenes buscan relaciones basadas en la confianza, el propósito y la acción colectiva. Es esencial elegir instituciones financieras que alineen estos valores y ofrezcan soluciones integrales que respalden su bienestar completo.
En Colombia, únicamente el 16 % de los jóvenes alcanza un nivel básico de educación financiera, muy por debajo del 54 % reportado por la OCDE. Esta brecha limita su capacidad para ahorrar, invertir y gestionar el crédito, haciendo que la educación temprana en finanzas personales sea fundamental.
