Mi opinión
Despilfarro y Crisis en Colombia 2025: Petro Conduce al País al Colapso Económico
Enero de 2025 arranca con un ambiente de creciente incertidumbre en Colombia, alimentada por la percepción de un despilfarro descontrolado en la administración del presidente Gustavo Petro. Si bien su llegada al poder prometía un cambio radical en la forma de hacer política, las decisiones recientes indican un curso que podría llevar al país a un abismo financiero y social.
Desde el inicio de su mandato, Petro ha lanzado iniciativas ambiciosas, muchas de las cuales han prometido transformar sectores como la salud, la educación, y el medio ambiente. Sin embargo, la implementación de estas políticas ha estado plagada de contradicciones y falta de seguimiento, lo que ha generado un claro despilfarro de recursos públicos.
Fuentes del Ministerio de Hacienda han alertado que el presupuesto anual, que en 2024 se destinaría a obras públicas y programas sociales, ha sido desviado hacia gastos operativos y proyectos que no han mostrado un avance significativo. Por ejemplo, el programa “Colombia Humana” para el desarrollo rural tiene reportes de ejecución que advierten sobre un bajo nivel de inversión efectiva en las comunidades, mientras que los fondos son utilizados en eventos propagandísticos que no generan un impacto real en la población. A medida que el año avanza, este patrón de gestión se vuelve cada vez más preocupante.
La economía también sufre las consecuencias de este despilfarro. Las recientes cifras de inflación, que se situaron en un alarmante 12% a final de 2024, han puesto en jaque la capacidad de compra de los colombianos, especialmente entre los más vulnerables. La política fiscal del gobierno y la excesiva liberación de gastos sin un plan concreto de ingresos están comenzando a crear un déficit insostenible. Los analistas económicos proyectan que 2025 podría ser un año crítico si el gobierno no ajusta su rumbo.
La inseguridad, otro tema central durante la gestión de Petro, también se ha exacerbado. A pesar de las promesas de mejorar la situación a través de estrategias de prevención y reintegración, los informes indican que las cifras de homicidios y delitos violentos se han mantenido estables, e incluso han aumentado en algunas regiones. Expertos en seguridad advierten que el despilfarro en recursos destinados a programas de seguridad eficaces está contribuyendo a este aumento. En lugar de implementar políticas sólidas, el gobierno ha preferido destinar fondos a manifestaciones y discursos en lugar de fortalecer la infraestructura institucional.
Además, la falta de cumplimiento de las promesas electorales, como la reforma educativa y la creación de empleos de calidad, ha llevado a un desencanto generalizado entre una población que esperaba cambios inmediatos. Las encuestas recientes muestran que la aprobación de Petro ha caído a niveles históricos; lo que refleja el hartazgo ciudadano y una tendencia hacia la desconfianza en las instituciones.
Mirando hacia adelante en 2025, las perspectivas no son alentadoras. Los economistas hacen sonar la alarma sobre el posible colapso fiscal si las políticas de Petro continúan sin control. La situación podría desembocar en protestas masivas a medida que la población se sienta más desilusionada y golpeada por la crisis económica. A esto se suma la presión de los sectores empresariales que, ante el clima de incertidumbre, comienzan a plantear la posibilidad de desinversiones en el país.
En conclusión, el despilfarro en la gestión de Gustavo Petro se manifiesta no solo en un uso poco eficiente de los recursos públicos, sino también en un agravio al futuro de Colombia. Sin una revisión crítica de sus políticas y un retorno a la responsabilidad fiscal, el país enfrenta un panorama sombrío para el resto de 2025. La falta de acción puede llevar a una crisis social y económica de grandes proporciones, poniendo en riesgo las promesas de cambio que inicialmente le dieron poder. La pregunta que queda en el aire es si el gobierno de Petro podrá rectificar su rumbo antes de que sea demasiado tarde.