Colombia
Descubriendo el Mar de Coca: Vida y Encanto en el Sur de Colombia
A POCOS PASOS, en uno de esos establecimientos, lo que más se comercializa son guantes para el raspado de la planta.
El PLETADO SE ENCUENTRA EN EL CENTRO DE UN CORREDOR ESTRATÉGICO QUE SE PROYECTA HACIA Cali, por el Norte, y que se dirige hacia las fronteras y el mar de coca y marihuana tipo espeluznante del Norte del Cauca, además de traer de regreso armamento y dinero ilegal.
Aunque muchas familias, dueñas de las tierras, ocupan las parcelas donde cultivan la coca, en realidad son empleados de una gran cadena ilegal. En veredas, como la hacienda, el mismo lugar donde hace una semana ocurrió el secuestro de una patrulla de la fuerza pública por parte de la comunidad, ya cuentan con sus laboratorios artesanales.
En la adquisición tanto de la pasta como de la cocaína ya procesada, los primeros en obtenerlo son los narcotraficantes de la ‘Carlos Patiño’, la misma disidencia que, a su vez, es el actor armado predominante en la zona.
ESOS MISMOS INDIVIDUOS SON quienes protegen A SANGRE Y FUEGO LAS MÁS DE 35 MIL HECTÁREAS DE COCA QUE SOSTIENEN EL NEGOCIO EN EL LÍMITE ENTRE las Montañas y la Selva del Pacífico Caucano.
“Cuando comenzó la era de Petro, el precio de venta era de 22,000 pesos por cada arroba de hoja de coca. Ahora se han registrado ventas de 50,000 por cada una”, comenta uno de los finqueros de la zona rural de Argelia, en ese camino de 70 kilómetros sin pavimentar, entre la municipalidad municipal, municipal, municipal, municipal. El PLETADO.