Colombia
El Gobierno afina los últimos retoques del acuerdo mientras aguarda un veredicto del FMI en el transcurso del día.
El Gobierno ha indicado que se halla en la etapa culminante de un acuerdo preliminar con el Fondo Monetario Internacional para implementar una serie de políticas económicas que formarán parte del nuevo programa. Simultáneamente, se elabora un proyecto de ley para autorizar la operación, y se prevé que este jueves el organismo exprese su opinión sobre el avance de las negociaciones.
Dentro de este marco, el miércoles por la tarde, el presidente Javier Milei reunió a los directores del equipo económico en la Residencia de Olivos. Estuvieron presentes el ministro de Economía Luis Caputo junto a sus asesores y el presidente del Banco Central Santiago Bausili. Se espera que este jueves, la portavoz del organismo, Julie Kozack, proporcione más información sobre la inminencia del pacto técnico. Al mediodía, Caputo asistirá al Foro del Consejo Empresario Mendocino (CEM) junto al gobernador Alfredo Cornejo.
En el ámbito financiero, abundan las conjeturas respecto al formato definitivo del programa. Un informe dirigido a clientes elaborado por el banco suizo UBS sugirió que el acuerdo podría alcanzar los USD 20.000 millones, de los cuales cerca de USD 12.000 millones se destinarían a refinanciar vencimientos hasta la conclusión del mandato de Milei, y otros USD 8.000 millones en desembolsos adicionales.
Un aspecto relevante del informe es que, según la proyección de UBS, el acuerdo podría incluir un desembolso inicial significativo, posiblemente entre el 20% y el 30% del total durante este año, a partir de experiencias previas en Ecuador y Argentina durante el Extended Fund Facility (EFF) de 2022. UBS enfatiza que la relación entre Milei y Donald Trump podría resultar favorable para el Poder Ejecutivo.
Milei había anticipado ante la Asamblea Legislativa el sábado que “en los próximos días” el Poder Ejecutivo habría concretado un acuerdo con los funcionarios del FMI que permitiría establecer un nuevo programa financiero que incluya desembolsos adicionales. Sin embargo, las autoridades oficiales no han proporcionado detalles concretos sobre la inminencia de este entendimiento técnico entre Buenos Aires y Washington, aunque han indicado que se espera tenerlo en el corto plazo.
El contenido del proyecto, en el que todavía trabajan diversas áreas del Ministerio de Economía y de la Casa Rosada, solo buscará la autorización necesaria para firmar el acuerdo con el FMI. El contenido del nuevo programa quedaría, de mantenerse la decisión del Ejecutivo, reservado para la evaluación del acuerdo en el directorio del Fondo Monetario. Esta particularidad ya ha generado cierto descontento en las agrupaciones opositoras, que buscarán obtener algunos detalles sobre el tipo de políticas económicas que el Ejecutivo se comprometería ante el organismo.
La necesidad de obtener una legislación que respalde el acuerdo proviene de la “Ley Guzmán”, que también contempla títulos públicos en divisas extranjeras que superan lo previsto en el presupuesto, pero no exige explícitamente que se revelen al parlamento los detalles técnicos del pacto.
Durante su gestión como ministro, Guzmán envió la solicitud de autorización para el programa Extended Fund Facility.
(EFF) con adjuntos que comprendían el memorando de políticas económicas convenido con el personal del FMI y un memorando técnico. Fuentes dentro del parlamento indican que tanto la oposición como algunos miembros del oficialismo no estaban de acuerdo en ese momento con la aprobación del proyecto con tales documentos anexos, ya que preferían que el Congreso no interviniera en un plan económico que dependía enteramente del Poder Ejecutivo.
No obstante, los pormenores definitivos del acuerdo con el FMI aún no han sido divulgados, aunque el Gobierno ha sugerido que el sistema de metas -fiscales, de reservas y de emisión- no fue materia de discusión relevante, a diferencia del modelo cambiario. Entre otras consideraciones, se plantea qué acciones tomará el equipo económico con el dólar blend que utiliza el 20% de las divisas provenientes de la exportación para el “contado con liqui”, además de las estrategias para flexibilizar o eliminar otras limitaciones cambiarias, como el envío de dividendos al extranjero por parte de compañías multinacionales.
Milei ha comentado, en diferentes ocasiones, durante las últimas semanas de negociaciones, acerca de unos USD 11.000 millones. El Gobierno se enfrenta a dos limitaciones en relación con el uso de los dólares que provendrán de un nuevo acuerdo con el FMI. La primera es normativa: la misma legislación que estipula que cualquier programa con el organismo debe contar con la autorización del Congreso, prohíbe que esos fondos sean destinados a gastos corrientes. En segundo lugar, Milei busca impedir que el nivel de endeudamiento neto del sector público incremente a pesar de solicitar dólares adicionales al FMI.
De este modo, la táctica del equipo económico para cumplir con esta última directriz es mejorar el balance del Banco Central mediante la eliminación de al menos una parte de las Letras Intransferibles, un activo que se considera de bajo valor en el patrimonio de la autoridad monetaria. Actualmente, el BCRA posee aproximadamente USD 23.000 millones en estos instrumentos emitidos por el Tesoro.
Desde el entorno oficial sugieren que el acuerdo técnico se concretará en breve. El portavoz presidencial Manuel Adorni afirmó que “se anticipa que el acuerdo esté cerrado para el primer cuatrimestre” y evitó proporcionar más detalles. “El posible acuerdo con el Fondo implicará la recapitalización del Banco Central, y no significará un aumento de la deuda, es una de las condiciones necesarias para levantar el cepo o modificar el modelo cambiario.”