El juicio por la muerte de Maradona arranca: revelaciones impactantes sobre su internación y autopsia del ídolo.

El juicio por la muerte de Diego Maradona entrará en una fase decisiva este jueves, cuando los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro evalúen los detalles de la hospitalización del ídolo y los descubrimientos de la autopsia efectuada el 25 de noviembre de 2020. En esta jornada, los parientes no participarán de manera directa, aunque el equipo forense sí lo hará.

Después de un breve interludio entre la audiencia del martes, que concluyó con la detención de Julián Coria, el guardaespaldas del futbolista que lamentablemente perdió la vida, por falso testimonio, los magistrados continuarán con su tarea de reconstrucción de los últimos días de existencia de “Pelusa”. La audiencia está agendada para comenzar a las 09:30 horas, iniciando con una explicación técnica sobre los acontecimientos, seguida de los testigos convocados.

Aunque ambos casos médicos involucrarían a los siete profesionales de la salud imputados, fuentes del caso han confirmado a Infobae que únicamente los médicos que intervinieron en la autopsia serán llamados al estrado. Este grupo de especialistas pertenece a la morgue de San Fernando, donde también se realizó el examen post mortem de Natacha Jaitt.

En esa ocasión, los peritos concluyeron que el Diez falleció a causa de una insuficiencia cardíaca que derivó en un edema agudo de pulmón y concluyó en una muerte súbita, durante su hospitalización en su residencia del barrio San Andrés de Tigre.

No obstante, también se llevó a cabo un examen toxicológico para aclarar qué medicamentos y/o sustancias había ingerido en las horas previas y evaluar su estado de salud general, ya que testigos afirmaron haberlo encontrado con abdominales notablemente hinchados.

A pesar de que se excluyó la presencia de alcohol y drogas, la prueba arrojó resultados positivos en varios medicamentos, como venlafaxina (un antidepresivo), quetiapina (un antipsicótico utilizado para trastornos bipolares), levetiracetam (empleado en crisis convulsivas), y naltrexona (prescrita para tratamientos de abstinencia). Además, se detectó metoclopramida (utilizada para aliviar náuseas y vómitos) y ranitidina.

Como resultado, los fiscales del caso cuestionaron la ausencia de un equipo médico en el hogar para atender cualquier descompensación que pudiera ocurrirle a Maradona. También indicaron el estado crítico de su corazón, confirmando que padecía de una “miocardiopatía dilatada” y que su peso alcanzaba los 503 gramos, casi el doble de lo normal.

Paralelamente, se diagnosticó una glomeruloesclerosis focal, aterosclerosis, cardiopatía isquémica e hiperplasia arterial en nodo sinoauricular. Los forenses identificaron características asfícticas vinculadas a patología pulmonar crónica intensificada y la presencia de siderófagos que podrían asociarse con un cuadro de insuficiencia cardíaca.

Se anticipa que este jueves se profundice en los aspectos técnicos y detalles proporcionados por los testigos sobre el caso, quienes desempeñarán un papel crucial para determinar si hubo negligencia.

médica en el cuidado, como había establecido la Fiscalía desde el comienzo. Además, los investigadores habían indicado que, entre los medicamentos prescritos, no se habían hallado tratamientos cardíacos para su situación.

Durante esta semana, los magistrados también escucharon el testimonio de Jana Maradona, la hija menor de Diego, quien culpó al neurocirujano acusado, Leopoldo Luque, al señalar que fue él quien sugirió la internación en casa para el ex director técnico de Gimnasia de La Plata.

“La sugerencia de Luque me llevó a optar por ese camino. No había motivos para desconfiar de un médico que, además, mi padre respetaba”, confesó, señalando que también tenían la alternativa de trasladarlo a una clínica, donde habrían estado vigilándolo las 24 horas. Sin embargo, afirmó que el doctor los convenció de evitar aquella opción al argumentar que la institución podría haberse beneficiado de la situación.

“Creímos que era la mejor elección en la clínica porque parecía mucho más beneficiosa. En ese instante, Luque nos llama y nos hace una reunión breve y comienza a decirnos que era una locura llevarlo a una clínica de estas características porque teníamos una sola oportunidad,” explicó, reiterando que habían optado por esa vía ya que Luque era el médico de confianza de su padre.

Tras la detención de Julián Coria durante la audiencia judicial del martes pasado por mentir y omitir detalles en su declaración como testigo, este jueves el guardaespaldas será citado a una indagatoria por la fiscal Carolina Asprella. La funcionaria judicial ha sido designada para determinar si el acusado falsificó su relato, a pesar de haber jurado decir la verdad ante el tribunal.

Según ha sido confirmado por este medio, la citación se llevará a cabo en paralelo al juicio, donde también se evaluará su situación procesal. Hasta el momento, el señalado ha estado recluido en la Comisaría 1ª de San Isidro desde que se identificaron dos incongruencias en su versión de los hechos.

La primera duda sobre la veracidad de Coria emergió cuando el hombre declaró no haber tenido conexión alguna con Luque. Sin embargo, en el expediente hay pruebas y múltiples conversaciones que evidencian la relación que ambos mantenían en ese periodo. Incluso, se menciona que solían invitarse a asados.

Al ser cuestionado por el fiscal Ferrari sobre su relación con el médico, el guardaespaldas confesó no recordar las conversaciones. A pesar de ello, el funcionario judicial le hizo hincapié en que solía referirse a Luque como un “amigo”.

En lo que respecta a la segunda discrepancia, Coria aseguró que la psiquiatra acusada Agustina Cosachov había estado involucrada en las maniobras de RCP que se realizaron a Maradona el día de su deceso. Relató que ella y la enfermera alternaron turnos, lo cual no coincidía con las dos declaraciones que brindó previamente al juicio.

“Ahora sí recuerdo que Cosachov realizó RCP. En ese instante no me acordé”, se justificó este martes ante el tribunal. No obstante, los jueces decidieron por mayoría que había incurrido en un delito de flagrancia y ordenaron su detención inmediata.