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‘La Diabla’, la mujer que ingresó a una pollería encapuchada para “comer un pollo”: la historia de la reclusa que busca cambiar de rumbo

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Estefany Velásquez Liberato es una madre soltera que actualmente está en el penal Anexo Mujeres Chorrillos.
(Composición Infobae: Panorama)

En la sección tres del penal Anexo Mujeres de Chorrillos residen más de 200 internas sentenciadas por delitos serios como crimen organizado, sicariato y extorsión. También hay casos de mujeres procesadas por actos violentos que resultaron en heridos y, en situaciones más trágicas, en muertes.

El equipo de Panorama tuvo acceso a este pabellón para documentar un operativo realizado por el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), la entidad estatal encargada que clasifica esta área de la prisión como de “máxima seguridad”.

En las grabaciones se identifican mujeres que han sido noticia por sus métodos inusuales. Entre ellas se encuentra la venezolana Wanda del Valle, expareja del fallecido ‘Maldito Cris’, así como Estefany Velásquez, apodada ‘la Diabla’, quien llamó la atención por sus comentarios tras un robo en una pollería.

Durante una requisa realizada por el INPE, Velásquez mostró una actitud distinta.
(Panorama)

“No me digas chata, yo soy ‘la Diabla’”, gritó con dureza una mujer ante la mirada de los periodistas, quienes esperaban obtener información sobre los cargos que le imputaban. Estas palabras fueron proferidas mientras la trasladaban a un área diferente de la Dirección de Investigación Criminal, bajo la vigilancia de las autoridades pertinentes. Sus manos estaban esposadas y no exhibía ningún asomo de arrepentimiento.

¿Quién es esta mujer que en 2018 se conocía como ‘la Diabla’ y ahora intenta despegarse por completo de la imagen que la ha acompañado en su trayectoria delictiva? Estefany Velásquez Liberato, una madre soltera, actualmente se encuentra cumpliendo su condena en el penal Anexo Mujeres de Chorrillos.

“Mi delito fue hace siete años, pero he estado intentando apelar. (…) Fue un atraco a una pollería”, dijo a Panorama con una calma que contrastaba con su reacción tras ser arrestada en 2018.

En enero de 2024, Velásquez fue arrestada nuevamente en la localidad de La Florida, en Cañete, por un requerimiento judicial. (Panorama)

A la edad de 20 años, se dedicaba al robo de vehículos empleando un método conocido como ‘peine’. También participaba en otros delitos, incluido el atraco a una pollería.

El 13 de abril de 2018, a las 20:11 horas, tres individuos ingresaron a una pollería. Uno de ellos se dirigió rápidamente al cajero, mientras que ‘la Diabla’ escaló al mostrador. El tercer cómplice entró por la parte posterior, capturando a una persona y llevándola a otra área del local.

La mujer comenzó a buscar dinero en varias partes del local, inspeccionando la caja, el mostrador e incluso la zona de almacenamiento de pollos a la brasa. Mientras tanto, dos empleados se encontraban prácticamente secuestrados en otro espacio del establecimiento. En un lapso de solo un minuto y 20 segundos, lograron llevarse más de 1.500 soles.

Todas estas acciones fueron grabadas por las cámaras de seguridad del establecimiento, lo que facilitó la identificación de los delincuentes por las autoridades. Una semana después del robo, fue arrestada junto a Víctor Chávez Chalco, de 19 años, apodado ‘Vitucho’, mientras se desplazaban en un vehículo robado en San Juan de Miraflores.

Durante su detención en 2018, ‘la Diabla’ no mostró remordimiento. (Panorama)

En el informe policial se detalló la incautación de un revólver marca Taurus calibre .38, seis balas y tres teléfonos móviles. Además, uno de los arrestados informó que tenía en su poder tres vehículos robados.

El coronel Carlos Céspedes, jefe de la División de Robos de la Dirincri, comentó a los medios que se pudo determinar que ella era la cabeza de la banda: “(…) todas las investigaciones indican que ella tiene autoridad sobre los demás miembros del grupo”, añadió.

El coronel también mencionó que, antes de cumplir la mayoría de edad, conoció a un criminal que la animó a sumergirse en el mundo del delito.

Es cierto que Velásquez Liberato fue sometida a evaluaciones psicológicas cuyos resultados fueron difundidos por América Noticias. Según la PNP, la mujer acusada de extorsión presenta características de personalidad antisocial, mostrando rasgos ambiciosos, exigentes y superficiales. Se concluyó que no manifiesta ningún desorden mental ni alteraciones que desconozcan la realidad.

(Difusión)

Al ser entrevistada, la interna en Chorrillos aseveró ser “una chica del montón” y mencionó que, a lo largo de su vida, ha tenido relaciones de amistad que la llevaron por mal camino. Sobre su apodo, ‘la Diabla’, explicó que en su hogar la llamaban así desde que era niña.

Después de ser detenida por el robo a la pollería, Estefany Velásquez alegó ante las autoridades que “no sabía lo que iba a suceder. Yo solo quería comer pollo”, declaró.

Sin embargo, su versión no coincidía con las grabaciones captadas por las cámaras de seguridad del lugar. En dichas imágenes, se observa que escaló el bar con determinación en busca de dinero. Según su relato, ella y sus cómplices solo encontraron 185 soles.

“Entré y no había nada. Me fui de cara, no había nada. Solo encontré 185 soles, que dividimos entre los tres que estábamos adentro, y la caña que nos sacó. (…) No, nada, yo no utilicé arma. (…) Los dos chicos conmigo sí portaban armas”, argumentó.

(Panorama)

Es fundamental señalar que el coronel Carlos Céspedes dio a conocer el historial delictivo del grupo que asaltó la pollería: “Esta organización delictiva se enfocaba en el robo de vehículos utilizando la técnica del ‘peine’ y el robo agravado en negocios. Además, ‘la Diabla’ era hábil robando autos en cuestión de segundos al aplicar su método.”

En una visita el domingo 2 de febrero de 2025, las cámaras de Panorama ingresaron al penal Anexo Mujeres de Chorrillos, donde Estefany Velásquez está recluida. En esta ocasión, abandonó su actitud desafiante y mostró una amabilidad que no había manifestado en 2018, cuando conversó con los medios.

(Panorama)

Dentro del pabellón número 3, la interna admitió haber participado en el robo a una pollería en Villa El Salvador. Esta vez, no trató de justificar su acción ni alegó que lo hizo por hambre. En cambio, subrayó que ya no se identifica como ‘la Diabla’.

“Soy la ‘exdiabla’ (…). Estoy en un nuevo momento de mi vida. Eso fue hace siete años y ahora busco hacer las cosas bien por mi libertad y por mi familia”, sostuvo.



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