Economia
“La recaudación es histórica y nuestros sueldos miserables”: trabajadores del SAT

No es común que una protesta interrumpa durante más de cinco horas, una de las principales arterias que conectan el Oriente con el Poniente de la Ciudad de México y tampoco que trabajadores de esta institución dejen sus escritorios para salir a manifestarse.
“Afortunadamente el país siempre tiene ingresos por recaudación de impuestos y cumplimos las metas cada mes y cada año, pero hemos visto una reducción bastante considerable en nuestro salario”, asegura Jorge, trabajador administrativo, quien decide cubrirse el rostro por temor a represalias.
El trabajador explica que en la manifestación, además, se aprovecha para solicitar mejores horarios, el pago de horas extra, bonos de productividad y un bono retroactivo, al cual, -desde su perspectiva- tienen derecho, pero que se decidió retirar por la política implementada por el gobierno federal en materia de “austeridad”.
“No es mucho (el bono) pero es muy significativo para nosotros. No somos rateros, tampoco estamos a favor de un partido (político). No pedimos privilegios, sino un trato justo”, explica a Expansión, apoyado de sus compañeros de las áreas de Transporte, Auditoría, Jurídico, Recaudación, Servicios al Contribuyente, Atención al Usuario, entre otras.
Minimizados
Mary, trabajadora del área de Auditorías en el SAT Oriente, comenta que tanto la institución como sus empleados suelen ser vistos como los “villanos” por su labor de recaudación de impuestos. Sin embargo, detrás de esa percepción hay personas que también enfrentan precariedades y buscan condiciones más justas.
En la manifestación, algunas personas los insultan, otras lo hacen en redes sociales. A esto se suma, afirma, que su protesta ha sido minimizada incluso por la presidenta Claudia Sheinbaum.
“Nosotros estamos haciendo un paro pacífico, esto implica que dejamos de recaudar, dejamos de cobrar impuestos, esos son ingresos para el Estado y ¿qué implica?, que ya no haya servicios, apoyos, becas y pensiones”, explica.

A lo lejos, una trabajadora del SAT pidió a los usuarios y contribuyentes una disculpa y su comprensión por el cierre de las instalaciones.
“Les aseguro que esto también es para ustedes, para darles un mejor servicio, con gente descansada, que sí fue a su casa. No nos están tratando bien”, dice.