Economia
Las alertas que trae el Presupuesto del 2026 y el camino para corregir el creciente desbalance fiscal
Con la radicación de un presupuesto nuevamente desfinanciado y con mayor gasto para el próximo año, el gobierno de Gustavo Petro incrementa aún más la incertidumbre sobre el devenir de las finanzas públicas colombianas, las cuales siguen en alerta por los mayores niveles de déficit y deuda.
El ministro de Hacienda, Germán Ávila, radicó un presupuesto para el 2026 de 556,9 billones de pesos, lo que representa un 5,9 por ciento más frente a la apropiación vigente (525,8 billones de pesos) y está 9 por ciento por encima de lo aprobado a comienzos de año (511 billones de pesos).
Germán Ávila, ministro de Hacienda. Foto:Minhacienda
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Sin embargo, supeditó 26,3 billones de pesos de ese total, es decir, el 4,72 por ciento, a la aprobación de una nueva tributaria. Esto significa que, si el Gobierno no logra sacar adelante su nueva reforma, el presupuesto quedaría en 530,6 billones de pesos y el próximo año habría que recortar en los diferentes sectores.
Este anuncio ha generado alertas entre los expertos, pues ya el año pasado el Gobierno radicó sin éxito un presupuesto desfinanciado y, como no logró obtener los recursos que le faltaban, finalmente tuvo que congelar $ 12 billones. De hecho, el Congreso se lo negó y el Ejecutivo lo tuvo que sacar vía decreto sin ningún tipo de debate.
“El proyecto de ley repite los mismos errores que el año anterior”, señaló Luis Fernando Mejía, director del centro de pensamiento Fedesarrollo. “Está desfinanciado en 26 billones en un contexto en el que se suspendió la regla fiscal y tendremos el déficit y la deuda en máximos históricos”, sentenció el exministro de Hacienda y actual rector de la Universidad EIA, José Manuel Restrepo.
Y es que hace unas semanas el ministro Ávila anunció que el Gobierno activó una cláusula de escape para saltarse hasta por tres años las metas que impone la regla fiscal y poder gastar en exceso. Así, de prever que el déficit fiscal cerraría este año en 5,1 por ciento del producto interno bruto (PIB), el Gobierno proyecta ahora que se elevará a 7,1 por ciento, es decir, el peor dato desde que se tienen registros, sin contar con la pandemia (7,8 por ciento), y en el 2026 la cifra llegaría a 6,2 por ciento.
Adicional a ello, no hay ambiente en el Congreso para pasar la reforma. El mismo Lidio García, nuevo presidente del Senado, confesó hace unos días que no ve tantas posibilidades. “Es muy difícil a las puertas de unas elecciones”, dijo, a lo que el propio presidente Gustavo Petro respondió: “El ambiente de la tributaria lo determinan las finanzas estatales”.
El presidente Gustavo Petro aseguró que presentarán una nueva reforma tributaria. Foto:Archivo particular
De la misma manera, diferentes analistas alertan de que el presupuesto radicado incumple las promesas del propio gobierno en su Marco Fiscal de Mediano Plazo, el cual se presentó hace tan solo unas semanas. “Contradice lo que el propio Ministerio de Hacienda anunció. En ese documento, y reconociendo la gravedad de la situación fiscal, se afirmó que el crecimiento debía alinearse con la inflación esperada del 4,5 por ciento. Sin embargo, el nuevo proyecto representa un aumento del 9 por ciento frente al anunciado a comienzos de año (511 billones de pesos) y un incremento del 14,1 por ciento si se excluye el servicio de la deuda, es decir, tres veces la inflación proyectada”, sostuvo Mejía.
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La misma opinión comparte César Pabón, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, para quien esta promesa incumplida demuestra la falta de voluntad política para realizar los ajustes necesarios para el próximo año. “El presupuesto sigue moviendo más a las finanzas al borde del precipicio. Las esperanzas para que esta situación se corrija a corto plazo son muy bajas, por lo que el siguiente gobierno tendrá la inmensa tarea de corregirlas”, dijo.
Para el exviceministro de Hacienda Gonzalo Hernández, este presupuesto hace parte de la segunda escena del guion del “mal” manejo de las finanzas públicas. “Los 26 billones de pesos equivalen a cerca de dos tributarias del 2022. Esta situación confirma niveles históricamente altos de endeudamiento y déficit que tendrán que ser enfrentados por el próximo Gobierno”, manifestó.
Igualmente, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) alertó de que el Gobierno cambió su plan fiscal y ahora prevé un mayor gasto primario por 18,2 billones de pesos para financiar recursos adicionales de salud (7,2 billones de pesos), subsidios de energía y gas (5,7 billones de pesos) e inversión (5,9 billones de pesos).
“El cambio en el plan fiscal desdibuja la hoja de ruta fiscal, mina la confianza de las instituciones y dificulta el regreso a la regla fiscal en el 2028”, sentenció un concepto previo negativo emitido. Y añadió: “Inquieta que la nueva estrategia fiscal pretende financiar gastos persistentes vía fuentes transitorias o inciertas; todo lo demás constante, se incrementaría el desequilibrio estructural”.
Adicional a ello, no hay que olvidar que este es el tercer año consecutivo en el que el Gobierno ata su presupuesto a la aprobación de una ley, puesto que en la discusión del 2024 también se incluyeron ingresos por 10 billones de pesos con la esperanza de aprobar un proyecto de arbitramento de litigios de la Dian que nunca llegó.
Radicación del presupuesto en la Cámara de Representantes este 29 de julio. Foto:Ministerio de Hacienda
¿Qué hacer?
Según el director de Fedesarrollo, la estrategia para corregir el creciente desbalance fiscal que existe en el país se debería abordar por dos frentes. De un lado, una reforma tributaria que amplíe las bases y combata con eficacia la evasión, y del otro, una política inmediata de ajuste del gasto público que incluya las reformas legales necesarias para eliminar las inflexibilidades actuales. “El Gobierno, sin embargo, parece optar únicamente por lo primero, sin enviar una señal política clara de contención del gasto, lo que le quita legitimidad para pedirle a los ciudadanos un mayor esfuerzo tributario”, sostuvo.
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Para Pabón, el ajuste requerido por el Gobierno llegaría a por lo menos 70 billones de pesos y se tendría que hacer por el lado del gasto y, en menor medida, revisar otras fuentes, tales como la tributaria. “A este presupuesto le falta la voluntad de este gobierno por dejar la casa en orden y, por el contrario, las finanzas públicas están cada vez más al filo del precipicio, lo que genera mucha preocupación no solamente a nivel macroeconómico, sino también de consumo, en la medida que es un tema que afecta a todos los hogares del país”, opinó.
Por su parte, el exviceministro Hernández señaló que la respuesta del Congreso de la República ante lo sucedido debería ser la aprobación de un monto inferior del presupuesto, que tenga en cuenta los recortes necesarios. “En lo político, el gobierno Petro busca responsabilizar de su desorden al Congreso, con la posibilidad de que el Presupuesto de 2026 salga por decreto, como ocurrió este año”, dijo.
Este es el top cinco de entidades del Estado que más recibieron dinero para este 2025. Foto:Archivo particular
¿Qué trae?
De los 556,9 billones de pesos presupuestados para el 2026, 102,4 billones se destinarían para el servicio a la deuda (-9 por ciento), 365,7 billones irían para los gastos de funcionamiento (+11,1 por ciento) y la inversión sería de 88,7 billones (+5,7 por ciento).
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Según Hacienda, la deuda disminuiría 10,2 billones de pesos por un menor pago de intereses, producto de operaciones de manejo de deuda en los mercados financieros, el funcionamiento se elevaría debido a que es “altamente inflexible” y la inversión crecería, pero no se concentraría en recursos de concesiones viales ni subsidios a combustibles fósiles.
Como siempre, la educación sería el rubro que más recursos tendría, con 88,2 billones de pesos. Le seguiría el sector de la salud, con 78,11 billones de pesos proyectados para el próximo año; y el de Defensa y Policía, con 68,9 billones de pesos. Al contrario, los que tendrían menos serían el de Inteligencia (189.000 millones de pesos), el de Deporte y Recreación (312.000 millones de pesos) y el de Ciencia, Tecnología e Innovación (385.000 millones de pesos).
También destaca que hay 10 sectores que perderían recursos frente al. La mayor caída se presentaría en el Deporte y Recreación, que quedaría con 312.000 millones de pesos, lo que supone una disminución de 33 por ciento. El segundo que más perdería sería el de la Información Estadística, que quedaría con 854.000 millones de pesos, es decir, un 28 por ciento menos. Y en tercer lugar quedaría el sector del agro, que contaría con 4 billones de pesos, una caída de 24 por ciento.
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