Economia

Liderazgo y Humanización en la Protección Pensional en Colombia

Published

on


María Elizabeth Cardona Osorio es una figura representativa dentro del panorama de la administración pública en Colombia, especialmente en los sectores de salud y pensiones, en donde lidera procesos fundamentales para la protección social de los ciudadanos. Su perfil, respaldado por una sólida formación como contadora pública y abogada, se amplía a través de especializaciones en derecho disciplinario y administración de la salud. Esta combinación de conocimientos ha hecho posible que Cardona desempeñe roles claves tanto en entidades industriales, comerciales y sociales del Estado, como en hospitales de referencia regional como San Vicente de Paúl y San Juan de Dios. Desde hace dos años, ella dirige la oficina de Colpensiones en Armenia, centrando su labor en una atención directa y humanizada al ciudadano.

El entorno en el que ejerce su gestión está marcado por la compleja realidad de la seguridad social en Colombia, donde la protección pensional y el acceso a la salud continúan siendo retos estructurales. Colombia cuenta con un sistema de pensiones compuesto principalmente por el régimen público administrado por Colpensiones, acompañado por fondos privados. Sin embargo, la cobertura y suficiencia de las pensiones han sido foco de preocupación nacional. La reciente reforma pensional de 2021, de acuerdo con el Ministerio de Trabajo, apuntó a robustecer la sostenibilidad del sistema y a incentivar el ahorro voluntario, buscando evitar que amplios sectores de la población lleguen a la vejez sin protección económica.

En este contexto de transformaciones, Cardona ha puesto énfasis en la importancia del servicio público como canal de acompañamiento y guía, especialmente para las personas en situación de vulnerabilidad que requieren información clara para tomar decisiones sobre su futuro. Su motivación, según sus propias palabras, trasciende los protocolos administrativos y se ancla en un compromiso ético y humano. Resalta que los funcionarios de entidades como Colpensiones deben comprender el impacto real de su labor, pues están llamados a resolver la incertidumbre de quienes ven en su pensión la garantía de una vida digna en la vejez.

La experiencia de Cardona, además, se enriquece con la asesoría brindada a hospitales de otros departamentos, como el Valle del Cauca, y con el conocimiento adquirido sobre la relación entre salud pública y protección pensional. Esto le ha permitido tener una perspectiva amplia sobre los desafíos de la seguridad social integral. Uno de los temas que más le preocupa es la baja cultura previsional entre los jóvenes y la falta de continuidad en las cotizaciones, situación señalada por informes del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), que revela que una porción considerable de la población activa no aporta sostenidamente al sistema, lo cual incrementa el riesgo de exclusión en la vejez.

A través de ejemplos concretos, Cardona evidencia cómo el acompañamiento estatal puede cambiar el destino de personas en condiciones precarias, como fue el caso de una vendedora ambulante que, gracias a la orientación recibida, logró cumplir los requisitos para pensionarse después de años de esfuerzo. De igual manera, pone sobre la mesa la existencia de obstáculos como la falta de asesoría y la irregularidad en las cotizaciones por parte de empleadores, problemáticas documentadas por la Superintendencia Financiera de Colombia, que conducen a que muchos trabajadores queden fuera del sistema pese a cumplir la edad requerida.

Su discurso también introduce la reflexión sobre la ética pública y la necesidad de humanizar el servicio estatal. De acuerdo con investigaciones de la Universidad de los Andes, la transparencia y la comunicación efectiva en la administración pública fortalecen la confianza ciudadana y elevan el sentido de protección y dignidad, particularmente en servicios sociales donde lo emocional pesa tanto como lo técnico.

El liderazgo de Cardona y su enfoque multidisciplinario proyectan un paradigma necesario para el sector pensional colombiano: uno en el que la gestión combine conocimiento técnico y sensibilidad social, con el fin último de lograr una verdadera inclusión y sostenibilidad en la protección de la vejez. Su trayectoria refleja el compromiso de quienes, desde el Estado, trabajan para que el derecho a la seguridad social sea una realidad tangible y respetuosa para todos los ciudadanos.

¿Cómo pueden los jóvenes colombianos asegurar su futura protección pensional?

Esta pregunta surge del panorama descrito por María Elizabeth Cardona Osorio y los datos oficiales que muestran una baja afiliación y continuidad en los aportes pensionales por parte del segmento joven de la población. La relevancia de la cuestión radica no solo en la sostenibilidad de los fondos, sino en la posibilidad real de que las nuevas generaciones puedan acceder en el futuro a una pensión que les garantice bienestar y autonomía en la vejez.

El sistema pensional colombiano requiere que los ciudadanos coticen un número mínimo de semanas a lo largo de su vida laboral para acceder al beneficio. Sin embargo, una parte significativa de los jóvenes trabaja en la informalidad o deja vacíos de cotización por desconocimiento, inestabilidad laboral o falta de orientación. Abordar esta problemática implica fomentar una cultura de ahorro, crear incentivos efectivos y ofrecer información clara desde etapas tempranas, acciones en las que entidades como Colpensiones y el Estado tienen un papel fundamental.

¿Qué significa “humanización” de los servicios públicos y por qué es importante en el sector pensional?

El término “humanización” frecuentemente aparece en el discurso de la administración pública, especialmente en contextos como el de Colpensiones, donde la atención a la población vulnerable implica algo más que trámites y procedimientos. Pero ¿qué implica realmente este concepto y cómo se traduce en beneficios para la ciudadanía que requiere acceder a sus derechos sociales?

Humanizar los servicios públicos implica promover una atención centrada en la dignidad, empatía y comprensión de las condiciones particulares de cada persona. En el caso de la protección pensional, este enfoque resulta crucial porque ayuda a superar barreras de desinformación, miedo y desconfianza que suelen alejar a los ciudadanos del acceso a sus prestaciones. Estudios sobre administración pública en Colombia han demostrado que una interacción cercana y ética no solo mejora la percepción del servicio, sino también los resultados concretos en términos de inclusión, equidad y satisfacción social.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Trending

Salir de la versión móvil