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el fútbol está sobredimensionado… (Meluk le Cuenta)

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En estos tiempos donde todo está sobredimensionado, el fútbol no escapa a la exageración. En su particular exceso se han magnificado su sentido y el papel del hincha.

Martín Caparrós, fantástico escritor y periodista argentino amante del fútbol y apasionado del Boca Juniors, acertó en una vieja columna publicada en The New York Times: “Basta de relativismo cultural. Hay que acabar con la cultura del hincha a quien nada le importa más que su equipo de fútbol, que cree que por él vale la pena vivir y hacer cualquier cosa”.

El fútbol, como todo, está evidentemente sobredimensionado…

Es hermoso el gusto por el fútbol tanto en la dulce victoria o la amarga derrota. Pero es de “enfermos” e “idiotas” –como también acierta Caparrós al calificarlos– creer que lo más doloroso en la existencia es un equipo de fútbol y sus derrotas.

Imágenes del partido entre Millonarios y el Junior. Foto:MAURICIO MORENO

No hay nada de digno ni de honorable ni de heroico en amenazar a puñal y machete al otro de color distinto y tan igual a él, ni lo hay en intimidar, ultrajar e injuriar al futbolista, al dueño o al periodista…

“Hay que poder ser hincha sin que eso signifique volverse un ser repugnante, un ser (…) y, sobre todo, no ser alguien a quien nada le importa más que el fútbol. El fútbol es un juego, un show, un entretenimiento; 90 minutos de atención que cada tanto te sacan de tu vida y se terminan y te vuelves a ella.

Millonarios vs. Unión Magdalena Foto:Milton Díaz. EL TIEMPO

Eso es caer en la más boba de las trampas, olvidar que la vida está en otra parte. Hay muchas cosas por las que vale la pena jugársela: el fútbol no es una de ellas. S i alguien piensa que sí, no es un ejemplo de nada. Es un enfermo”.

Por eso en este fútbol, la protesta de las barras más temidas de Millonarios fue inteligente: se quitaron los zapatos y los tiraron a la cancha, el miércoles pasado, en la derrota contra el último del descenso, Unión Magdalena. 

“Pónganse en nuestros zapatos”, era el significado de esta puesta en escena, como lo contaron varios. Esa derrota provocó el despido del DT David González y el nombramiento exprés de Hernán Torres, que apenas 72 horas después, el sábado, vio desde el palco al mismo Millos, con los mismos jugadores en el campo, los mismos directivos en el palco, y los mismos hinchas en las tribuna, liquidar 3-0 al Junior, el líder hasta ese día invicto de la Liga.

David González y Millonarios. Foto:Milton Díaz / EL TIEMPO

Es fútbol, es un juego, una función de entretenimiento, un gran espectáculo. ¡Tan solo eso, nada más que eso y no más que eso!

Los medios de comunicación, todos, los tradicionales (no estoy libre de pecado) y los nuevos, alientan, patrocinan y alimentan a los ‘brutos’ del fútbol con eufemismos ligeros de pasión y amor para ganar simpatías y audiencias, mientras tapan la falta de información verificada cierta en suposiciones y opiniones aún más ligeras camufladas en “la voz y el sentir de la hinchada”.

Imágenes del partido entre Millonarios y el Junior. FOTO MAURICIO MORENO EL TIEMPO Foto:MAURICIO MORENO

Eso no es más que ese “relativismo cultural” del que habló Caparrós, con un agravante: varios de estos nuevos medios no son más que el oficialismo de las barras bajo el sofisma del “medio partidista de la hinchada”.

Al lanzar sus zapatos, esos hinchas dieron un paso —paradójicamente, descalzo— en el camino bien señalado por Caparrós, el de la simple proporción, en estos tiempos donde el fútbol, como todo, está evidentemente sobredimensionado…

Gabriel Meluk

Editor de deportes de EL TIEMPO

@MelukleCuenta



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