Fallece Juan Aguilera, pionero del tenis español y primer campeón de un Master 1000 en el ranking ATP

El universo del tenis se despide de Juan Aguilera Herrera, quien falleció a los 63 años tras una enfermedad prolongada. Aguilera, que alcanzó el séptimo puesto en el ranking mundial durante la década de 1980, dejó una huella imborrable en la historia del deporte al convertirse en el primer español en conquistar un título de la categoría Masters 1.000, logro que obtuvo en 1990 en Hamburgo.

Nacido el 22 de marzo de 1962 en Barcelona, Aguilera manifestó su interés por el tenis desde muy joven. Comenzó a jugar a los tres años y a los cinco ya recibía clases de tenis gracias a su madrina, aunque su formación se consolidó en el Club Tennis Barcino, esencial en su desarrollo como deportista. Durante su etapa como junior, alcanzó las semifinales del prestigioso torneo Orange Bowl en 1980, un año en el cual también se coronó campeón de España en su categoría.

Ese año fue crucial en su carrera, ya que en 1981 optó por dar el salto al profesionalismo. Desde este punto, Aguilera se convirtió en un símbolo del tenis español, logrando hitos que inspiraron a generaciones venideras. Su triunfo en el Master 1.000 de Hamburgo en 1990 colocó al tenis español en el mapa, superando en la final al alemán Boris Becker con un contundente 6-1, 6-0 y 7-6.

La senda hacia el título no estuvo exenta de obstáculos. Aguilera tuvo que enfrentarse a grandes íconos como Michael Chang y Jim Courier, reconocidos tenistas de nivel mundial. Este triunfo no solo le otorgó un lugar en la historia del deporte español, sino que también consolidó su reputación como un atleta de élite en el circuito internacional.

Además de su victoria en Hamburgo en 1990, Aguilera acumuló otros títulos relevantes a lo largo de su carrera. En 1984, volvió a alzarse con el título en Hamburgo, derrotando a oponentes de la talla de Yannick Noah y Guillermo Vilas, y se impuso en una final disputada contra el sueco Henrik Sundstrom, ganando en un emocionante enfrentamiento de cinco sets: 6-4, 2-6, 2-6, 6-4 y 6-4.

Ese mismo año, también se coronó campeón en Aix-en-Provence, y en 1989 añadió otro trofeo a su colección al triunfar en Bari, todos sobre tierra batida, donde brilló a lo largo de su trayectoria. Su rendimiento en 1984 fue excepcional, permitiéndole alcanzar la posición número siete en el ranking mundial de la ATP el 17 de septiembre de 1984, un hito que lo identificó como uno de los mejores tenistas de su época.

A pesar de los triunfos que le otorgaron títulos a su trayectoria y lo hicieron ascender en el ranking de la ATP, hay un tipo de competición que se le dificultó: los Grand Slams. En Roland Garros, llegó más lejos al alcanzar los octavos de final en 1984, donde fue superado por el sueco Mats Wilander en sets consecutivos. Aguilera también representó a España en la Copa Davis en 1984 y 1985.

El deceso de Juan Aguilera representa una gran pérdida para el tenis español, que lo rememora como un precursor y un modelo para las nuevas generaciones. Su destreza para competir a altos niveles y su aportación al desarrollo del tenis en España lo convierten en una figura imborrable del deporte.

Aguilera será recordado no solo por sus logros en la cancha, sino también por su contribución a la apertura de nuevas oportunidades para los tenistas españoles en el circuito internacional. Su herencia vive como un ejemplo de dedicación, talento y constancia, valores que continúan inspirando a jóvenes deportistas que anhelan seguir sus pasos.