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Néstor Lorenzo debe acercarlo a la Selección de mayores… (Opinión)

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Por estos días se juntaron dos temas de interés en el balompié nacional: la Selección Colombia de mayores y la Sub-20 en el Mundial de la categoría, pero hay un nombre que las puede unir: Neiser David Villarreal Quiñones, a quien se le debería abrir una puerta hacía el Mundial del 2026 en Norteamérica.

¿Está listo para ser titular en el Mundial de 2026? Probablemente no todavía. Pero esa no es la discusión. La verdadera pregunta es sí Colombia puede darse el lujo de no llevarlo. Incluirlo como tercer delantero no es una apuesta arriesgada, es reconocer que los procesos juveniles deben tener una puerta abierta hacia la selección absoluta.

Lo de Villarreal no es una racha, es la confirmación de un instinto afinado

 Francia lo hizo con Mbappé a los 18; Argentina, con Julián Álvarez antes de su explosión mundialista. Los ciclos que se respetan producen resultados. No se trata de ponerle el peso de un país en los hombros, sino de permitirle respirar el ambiente de un Mundial de mayores y seguir creciendo en el entorno que le corresponde.

Neiser Villarreal y César Torres Foto:AFP

Colombia encontró en el tumaqueño de 20 años algo más que un delantero: un mensaje. Ocho goles en el Sudamericano Sub-20, cinco más en el Mundial de la categoría —con hat-trick incluido frente a España— y una sensación constante de que, cada vez que toca la pelota, algo puede pasar. Lo suyo no es una racha, es la confirmación de un instinto afinado, de un talento que entiende que el gol también se piensa. 

Neiser Villarreal Foto:AFP

En un país que suele apresurar o interrumpir los procesos, él representa la excepción: la prueba de que cuando se cree en la formación, los frutos llegan.

Desde lo táctico, Villarreal muestra un repertorio que sorprende. Ataca los espacios con precisión, sabe cuándo arrastrar marcas y cuándo aparecer en silencio, define con los dos perfiles y, sobre todo, tiene temple. Es un delantero que no solo busca el gol, sino que construye las jugadas que lo conducen. 

Neiser Villarreal Foto:EFE

En el Mundial Sub-20 no solo anotó, sino que leyó los partidos con una inteligencia poco común: mientras otros se desesperan, él parece tener un segundo más que el resto. Y ese segundo es la diferencia entre un intento y un gol.

Una convocatoria por parte del técnico Néstor Lorenzo tendría un efecto simbólico que trasciende lo deportivo. Sería una señal clara de que Colombia respeta sus procesos y que los jóvenes pueden soñar con llegar sin saltarse pasos, pero sin que les cierren la puerta. 

Neiser Villarreal Foto:Efe

Villarreal sería el puente entre generaciones, la conexión entre la ilusión juvenil y la experiencia adulta. Su olfato goleador y su mentalidad competitiva pueden ser un recurso invaluable, incluso desde el banco.

Néiser Villarreal no debe ser el salvador ni el nuevo ídolo inmediato. Pero sí debe ser parte del proyecto. 

Neiser Villareal, jugador de Millonarios. Foto:@MundoMillos y EFE

En una selección que a veces se queda mirando el pasado para resolver el presente, su convocatoria sería un paso hacia el futuro. Un recordatorio de que el gol —cuando nace con instinto, inteligencia y temple— no entiende de edades, sino de oportunidades.

Camila Espinosa

Para EL TIEMPO

@Camilanoticia1



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