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Real Madrid – Manchester City: Mbappé llegó por noches como esta
En mitad de la tempestad arbitral, un volcán en el Bernabéu. El tópico de final anticipada no suena hueco cuando se miden los dos últimos campeones de Europa, condenados, por poco aplicados, a una repesca que dejará daños colaterales. Para el Madrid, quedarse fuera de Europa en febrero es garantía de hecatombe, más si viene de ganar fuera. Para el City, sería la puntilla a una temporada desastrosa, con el equipo a años luz del Liverpool en la Premier, el torneo en el que el equipo de Guardiola ha cimentado su aura.
Por noches como esta fichó por el Real Madrid Kylian Mbappé, erigido ya en la gran referencia ofensiva del equipo, el goleador más fiable de un ataque temible, que brilló más que nunca en el partido de hace ocho días en el Etihad. Vini, Rodrygo y Bellingham revolotean alrededor del francés, al que pueden adelantar el ambiente incandescente que el Bernabéu sólo genera en la Copa de Europa.
Carlo Ancelotti aseguró en rueda de prensa que se siente más tranquilo con los árbitros europeos que con los españoles.
La Champions alivia incluso a Carlo Ancelotti, que viene de ver a su equipo dejarse siete puntos en los tres últimos partidos de Liga, hasta perder el liderato, tras una concatenación de arbitrajes que tiene al italiano, habitualmente comedido, jurando en arameo incluso en las ruedas de prensa. “Me siento más tranquilo con los arbitrajes europeos”, llegó a decir ayer, sin ambages, para terciar en una guerra en la que los dos bandos (el Madrid y todos los demás) navajean ya a cara descubierta.
Aparte del arbitraje de Istvan Kovacs en vez del adscrito al CTA de turno, a Carletto también le tranquiliza el regreso de Antonio Rüdiger, que tuvo que pasar por boxes tras jugarlo prácticamente todo en un curso infernal en cuanto a la cantidad de partidos, con el extra de este playoff ante el City. A la espera de ver cómo responde la musculatura del fibroso defensor alemán ante las acometidas de Haaland, el madridismo cruza los dedos también por Fede Valverde, que en Pamplona disparó los pulsómetros al llevarse la mano a un muslo. El sentido del deber pudo más que la prudencia y Fede, que no quiso dejar a su entrenador sin lateral derecho, real o postizo, lleva un par de días a base calditos en el gimnasio de Valdebebas. Es duro El Halcón, pero también humano, y su jornada laboral lleva meses fuera del radar del Ministerio de Trabajo.
El técnico del Manchester City aseguró que mintió a la prensa cuando aseguró que sólo tenían un 1% de ganar al Real Madrid y analizó la polémica sobre el ‘fuck off’ de Bellingham: “Lo que importa es la intención, no la traducción”
Guardiola, que daba a su equipo “un 1% de opciones” de pasar el cruce, llega también exigido por los resultados, muy por debajo del nivel de su mandato en el Etihad, y también por las bajas. No podrá contar con Akanji, un multiusos defensivo que se hizo una buena avería en el partido de ida (diez semanas de baja), pero al menos tiene a Haaland. Le espera Rüdiger, Mbappé y el Bernabéu en Champions. No es poca cosa.