Economia
Salud está dejando de recibir $ 13.000 millones mensuales
El negocio de los juegos de suerte y azar en línea, que ya tiene más de 7,5 millones de inscritos y que según las cifras oficiales registró ventas por alrededor de 45 billones de pesos en el 2024, lleva en la mira del Gobierno de Gustavo Petro desde hace más de un año. En su propuesta de reforma tributaria, el Ministerio de Hacienda planteó el año pasado gravarles con el impuesto sobre las ventas (IVA) de 19 por ciento. Con ese tributo, la meta era obtener alrededor de 2,1 billones de pesos en el 2025. Sin embargo, el proyecto no logró pasar en el Congreso.
Después en febrero de este año, para poder atender la situación de violencia presentada en la región del Catatumbo, en el Norte de Santander, el Gobierno expidió un decreto de conmoción interior en el que gravó de manera temporal a tres sectores, uno de ellos los juegos de suerte y azar con ese IVA de 19 por ciento sobre los depósitos que realizan los usuarios.
Sobre cuanto ha perdido la salud, un porcentaje de las rentas obtenidas por los juegos de suerte y azar en línea debe ir siempre por ley a los recursos del sector ya mencionado, por ende, debido al despegue que han tenido las apuestas online en los últimos años le han entrado cada vez más recursos al Gobierno a través de esta vía.
Este pago corresponde al 15 por ciento del ingreso operativo real de los operadores, es decir, del valor que permanece después de entregar los premios a los jugadores, y llegó a 436.000 millones de pesos en el 2024, lo que según dijo Marco Emilio Hincapié, presidente de Coljuegos, en su rendición de cuentas va para la atención del régimen subsidiado de la salud y a la infraestructura del sector. “Las transferencias del sector en el 2024 llegaron a 1,04 billones de pesos y el 42 por ciento fue por cuenta de los juegos de suerte y azar”, señaló.
La cuestión es que desde que se colocó ese IVA de 19 por ciento a las apuestas en línea los recursos transferidos a la salud han bajado alrededor de 32 por ciento. Según los cálculos de las plataformas, mientras que en enero se fueron para la salud alrededor de 40.000 millones de pesos, en el promedio de marzo a junio se han transferido unos 27.000 millones, es decir, unos 13.000 millones de pesos menos.
Evolución de recaudo por derechos de explotación de los juegos de suerte y azar. Foto:FECOLJUEGOS/GOBIERNO
Ante esta situación, las perspectivas de los operadores autorizados son pesimistas e incluso alertan de que la viabilidad de las empresas podría estar en riesgo.
“La adopción de medidas fiscales desconectadas de la realidad económica del sector online amenaza su estabilidad y pone en riesgo los importantes avances logrados en materia de legalidad y transparencia”, advierten desde Fecoljuegos. Por ejemplo, explican que cuando un usuario deposita 100 pesos, que incluye el IVA y que no constituye ingreso para el operador pues solo es un depósito, realmente dispone para apostar alrededor de 84 pesos. Este monto, que en promedio se apuesta unas seis veces (generando así un turnover estimado de 504 pesos), les produce un ingreso real cercano a 30,25 pesos.
“El IVA previamente pagado por el usuario (aproximadamente de 16 pesos) equivale al 52,8 por ciento del ingreso real del operador. A ello se suma el 15 por ciento adicional que este debe aportar en derechos de explotación para financiar el sistema de salud, lo que eleva la carga tributaria efectiva a un nivel extremadamente alto, cercano al 67,8 por ciento, sin considerar otras obligaciones fiscales adicionales”, aseguran.
Cabe mencionar que el mercado de las apuestas online en Colombia ha crecido a pasos agigantados desde que Coljuegos autorizó la primera plataforma en el 2017. Hoy en día, hay 14 operadores entre los que están algunos como WPlay, BetPlay, Betsson, Zamba, Codere, Luckia y Sportium y, según cifras del regulador, a abril el país registró más de 11 millones de cuentas de juego activas en plataformas legales y 7,5 millones de cédulas únicas inscritas. A la par, en este periodo también se ha extendido el juego ilegal.
La controversia radica en que mientras el Gobierno asegura que las ventas totales de las apuestas online llegaron a 45 billones de pesos en el 2024, la Federación Colombiana de Empresarios de Juegos de Suerte y Azar (Fecoljuegos) sostiene que este cálculo es incorrecto pues sus ingresos reales fueron de 2,9 billones de pesos. Explican que las altas cifras reportadas por el Gobierno corresponden a un término técnico llamado turnover, el cual hace referencia al monto total de dinero digital apostado que puede llegar a circular varias veces a partir de un mismo depósito inicial realizado por el usuario. No obstante, señalan que no corresponde a sus ingresos reales.
“En las plataformas de apuestas en línea lo que comúnmente se denomina apuestas no equivale directamente a las ventas ni representa un gasto. El turnover no representa un ingreso patrimonial para el operador, ya que más del 95 por ciento se reintegra a los jugadores en forma de premios. El verdadero ingreso operativo del sector es lo que resulta de restar los premios pagados del total apostado”, explicó Evert Moreno, presidente del gremio.
Así las cosas, el Gobierno ve con buenos gravar un sector en el que según Coljuegos sus ventas siguen creciendo año a año –en el 2022 llegaron a 26 billones, en el 2023 a 35 billones y en el 24 a 45 billones–. No obstante, del otro lado, las plataformas sienten cada vez más “insostenible” esta situación porque sus ingresos reportados son menores y están pagando unas “altas cargas tributarias” que no hacen sostenible el negocio.
Desde la entrada en vigor del IVA de 19 por ciento sobre los depósitos, entre marzo y junio de este año, el gremio que reúne a las principales empresas del sector calcula que se ha registrado una disminución promedio cercana al 32 por ciento en sus ingresos operativos reales. Según Moreno, esta caída no se debe a una reducción en los depósitos, que se han mantenido relativamente estables, sino al esfuerzo financiero que han asumido las diferentes empresas mediante la entrega de bonificaciones, con el fin de no trasladar el IVA a los usuarios finales y evitar así una migración masiva hacia plataformas ilegales. En la actualidad, según sus cálculos, el IVA representa alrededor del 53 por ciento del ingreso operativo real de los operadores, lo que sumado al 15 por ciento de los derechos de explotación que van para la salud pública suma una carga tributaria efectiva del 68 por ciento.