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Shakira supera su propio récord de conciertos en México
Shakira no solo es una estrella global, es también un fenómeno que ha sabido mantenerse vigente durante décadas, pero ¿podría llegar a abrumar con la cantidad tan alta de conciertos en México?
Su talento es innegable, su energía en el escenario es admirable y su influencia en la música latina es profunda. Pero hay una pregunta que ronda en el aire, al menos para algunos de sus seguidores más críticos: ¿realmente es necesario que ofrezca tantos conciertos en México?
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Shakira supers su propio récord
En marzo pasado, la colombiana rompió récord con 22 fechas agotadas en distintas ciudades del país.
Algo histórico, sin duda. Sin embargo, la reciente noticia de que se sumarán aún más presentaciones ha generado un debate que va más allá del simple número: ¿cuándo la cercanía con el público empieza a rozar el agotamiento?
Shakira no necesita dar más conciertos en México
Por un lado, es evidente que Shakira sigue siendo una artista de altísimo calibre. Si hay tantas fechas es porque existe una demanda real. Las entradas se agotan de inmediato y las redes sociales estallan con cada anuncio y las filas virtuales se colapsan.
Pero en medio de ese fervor también se empieza a sentir una ligera sensación de saturación.
Como fan de otros artistas, se aprecia tener la posibilidad de ver a cualquier cantante en vivo, de sentir esa conexión directa con una artista que ha marcado generaciones.
No obstante, cuando una gira se extiende de forma casi infinita en un solo país, la experiencia corre el riesgo de perder su magia. Lo exclusivo se vuelve común, y lo extraordinario puede empezar a parecer rutinario.
¿Es emocionante otra fecha de Shakira?
El problema no es que Shakira quiera complacer a sus fans. Eso es admirable. El problema es que ese esfuerzo por “estar en todas partes” puede tener un efecto contrario al deseado, que es disminuir la emoción.
Ya no es “el gran concierto de Shakira”, es “otro concierto más de Shakira”.
Y crel que no se trata de que haya dejado de gustar; se trata de que la sobreexposición puede volverse contraproducente.
Muchos artistas de talla mundial cuidan con celo su presencia. Parte del éxito de figuras como Beyoncé, Taylor Swift o Adele ha sido su capacidad para aparecer, brillar y luego desaparecer rápidamente.
La estrategia del misterio, de dejar con ganas de más, ha demostrado ser efectiva. No todo se trata de cantidad. A veces, menos es más.
Shakira ha demostrado que puede llenar estadios, sí. Pero también podría pensar en cómo fortalecer esa conexión con sus fans sin que se sienta como una gira sin fin.
Quizás enfocarse en menos fechas, con mayor producción, o incluso explorar nuevas formas de interacción digital, podría ser una alternativa más sustentable tanto para ella como para sus fans.
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