Economia
SIC aprueba la fusión de Tigo y Movistar, pero los detalles aún son un misterio

La SIC autorizó la unión entre Tigo y Movistar, aunque todavía no ha divulgado las exigencias que impondrá al nuevo prestador, una resolución que mantiene en alerta al sector y reaviva las advertencias de WOM sobre el peligro de un duopolio que podría concentrar más del 90% del sector móvil en Colombia.
Esta determinación se produce tras un proceso que duró más de diez meses, durante el cual la entidad recibió comentarios de actores fundamentales como Claro, Directv, ETB, la CRC, organismos de usuarios de internet y WOM, uno de los más fuertes opositores a la unión.
Durante la fase de participación, WOM advirtió que la fusión podría “reestructurar el mercado móvil colombiano hacia un duopolio”, dejando a Claro y al futuro operador Tigo-Movistar con más del 90% de la cuota nacional.
El proveedor argumenta que la consolidación traería riesgos como aumentos de precios al consumidor final, disminución en la cobertura y una ampliación de la brecha digital en áreas vulnerables, especialmente rurales. Asimismo, ha enfatizado que cualquier autorización debe ir acompañada de condiciones estrictas que aseguren que los operadores más pequeños puedan competir en igualdad de circunstancias.
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La Resolución 94169 revela que la SIC analizó la unión en profundidad y que el proceso incluyó requerimientos de información técnica, análisis de mercado y evaluación de riesgos tales como el posible intercambio de información sensible entre proveedores, afectaciones a la competencia de operadores virtuales, incentivos para alterar condiciones de roaming nacional y posibles repercusiones en la cobertura y calidad del servicio móvil.
A pesar de que la entidad confirmó que la operación fue autorizada con condiciones, aún no ha hecho públicas las medidas concretas que Tigo y Movistar deberán cumplir.
Acá la resolución
El debate que ha revitalizado WOM, también se vincula con la postura pública del presidente Gustavo Petro, quien en octubre expresó que la SIC tiene la instrucción de “atacar toda formación monopólica y de cárteles en el ámbito empresarial colombiano”. El operador que ahora evalúa su participación en Colombia aprovechó ese mensaje para enfatizar que la fusión debe prevenir una concentración excesiva del mercado o establecer normas que mitiguen sus efectos.
Por ahora, el sector se mantiene a la espera de que la SIC desvele los pormenores de las exigencias. Lo que defina la autoridad será crucial para determinar si la fusión se traduce en mayor inversión y despliegue de infraestructura como defendieron Tigo y Movistar durante el proceso, o si, por el contrario, agrava las inquietudes sobre la competencia y el acceso equitativo a la conectividad.
Mientras tanto, la incertidumbre persiste; el sector de comunicaciones del país ya tiene conocimiento de que la fusión fue autorizada, pero todavía ignora bajo qué normas deberá operar el segundo mayor competidor del mercado.
teléfono colombiano.
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