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Torres, Marmolejo y Frasica, los leones de la manada de Hugo Rodallega, en un Santa Fe que va por la estrella

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Si Santa Fe es el equipo de los leones, en su manada actual tiene varias fieras de esas que le gustan a la hinchada, leones veteranos y leones jóvenes, todos dispuestos a devorarse el título contra el Medellín, todos rodeando al goleador Hugo Rodallega para protegerlo y para ayudarle, todos con esa hambre de ganar el campeonato, con los colmillos filosos y las garras listas. Todos son leones, pero hay unos que son más leones que otros.

La afición cardenal tiene en Rodallega a su jefe de manada. Rodallega es el goleador infatigable, tiene 39 años y parece de 20, porque eso de saber definir no se olvida más. 

Los leones de Santa Fe

Hugo Rodallega, delantero de Santa Fe. Foto:Néstor Gómez. EL TIEMPO

Así que los hinchas pueden decir que este Santa Fe que quiere ser campeón tiene a ese gran depredador del área, pero hay otros jugadores, quizá más silenciosos, que preparan la cacería, que merodean, que intimidan y atacan. De esos jugadores como Ómar Fernández Frasica, que es el más incansable de todos, el que más corre, corre tanto que en las redes sociales bromean con que Ómar se debe ir para su casa corriendo después de los partidos, es que no se agota, y si se cansa, lo disimula, es como si tuviera tres pulmones, él mismo es un pulmón del equipo. Cuando Santa Fe necesita oxígeno y una idea, se la encargan a él, que es muy constante, que lanza pases demoledores y genera dinámica, incluso más que Harold Santiago Mosquera, que genera sorpresa, pero que ha actuado menos. 

A Ómar (el solo nombre ya lleva memoria y mística en el club) lo comparan hoy con Luis Manuel Seijas, aquel ídolo cardenal, la gente les ve un parecido, así, menuditos, batalladores y muy leones, entonces Ómar tiene la aceptación asegurada. Él siempre llega como un fantasma donde nadie lo espera, la defensa rival parpadea y él aparece de la nada, y a la siguiente jugada está en el otro extremo, o ayudando a defender o presionando… algunos también bromearon que no sería raro verlo manejar la ambulancia en una emergencia en El Campín. Ómar lleva dos goles, debería tener más, y seis asistencias.

Daniel Torres, jugador de Santa Fe. Foto:@juanfotosadn

Pero si hablamos de leones, hay que hablar de Daniel Torres, el de la melena blanca, porque Daniel es un símbolo de este club y de esta nómina. Con Daniel pasa algo particular, no ha estado en su mejor momento, o es que ya no va a tener ese gran momento porque ya no es el Daniel de antes, pero ¿quién iría a la guerra sin él? Incluso este semestre se encontró con que tenía muchos críticos en la tribuna, él, al que no se le puede negar que juega con el corazón en la mano, él, que ya fue campeón dos veces con Santa Fe. Torres no estuvo en el partido de los cuadrangulares contra Once Caldas por decisión técnica, eso dijeron, porque lo querían tener lo más entero posible para el clásico, y fue un gran acierto: contra Millonarios fue la fiera mayor, un Daniel rejuvenecido, un culto al sudor y a la bravura, cualidades tan necesarias cuando se juega donde juega él, en la mitad de todo.

Marmolejo, el guardián  

Marmolejo, el guardián de Santa Fe. Foto:Santa Fe CD

Y si hablamos de estandartes de este equipo, hay que mirar para el arco, ahí, refugiado bajo los tres palos, está el portero Andrés Mosquera Marmolejo, que se ha hecho gigante y que ha sido uno de los mejores porteros del campeonato. Porque sus atajadas no son comunes, son salvadoras, felinas, ataja con las manos, con los pies, con el pecho y hasta con la cara. Marmolejo saca todo, de media distancia y a quemarropa, siempre reacciona a tiempo. Si los leones tienen un ángel de la guarda en la selva, en Santa Fe se llama Andrés Marmolejo, que ha estado presente en 23 de los 26 partidos del campeonato. Santa Fe no es el que menos goles recibe (ha encajado 29 tantos), pero de no ser por Marmolejo…

Emmanuel Olivera, defensa de Santa fe. Foto:Néstor Gómez. EL TIEMPO

Delante de él, la defensa ha sufrido, ha cambiado, ha tenido ausencias, como la más reciente de Iván Scarpeta, que era el zaguero más confiable. Cuando no estuvo él, apareció Emmanuel Olivera, que es un batallador, de esos guerreros que libran mil batallas y no se rinden. Algunos aún están esperando la mejor versión del Turro, que les brinde la seguridad que todos necesitan. La final es su momento, si es que le toca a él. Porque Santa Fe necesita experiencia y liderazgo en esa zona.

Santa fe vs. Once Caldas Foto:Santa Fe

Hay otro león que ruge pero desde la banda derecha, es Elvis Perlaza, un jugador que se fue ganando un espacio en la cancha y entre la afición. Perlaza tiene sus destellos y es el lateral más confiable que tiene el equipo. Perlaza no será Cafú, pero rinde, se entrega, lanza aventuras ofensivas y se esfuerza en su regreso, pelea, bravea, lucha. A Perlaza no lo pasan por encima. Y qué decir de Yilmar Velásquez y su función para empujar al equipo desde el medio campo con su tranco largo, capaz de hacer goles épicos como ese contra Nacional en el Atanasio Girardot, o qué decir de Alexis Zapata, el que lleva la 10, y que se lesionó en la recta final del torneo. 

Santa Fe tiene a sus leones para dar esta batalla, toda la manada se relame, hambrienta de título.

PABLO ROMERO

Redactor DEPORTES

@PabloRomeroET

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