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Trump mantiene al T-MEC como único TLC con apertura general
El presidente Donald Trump mantiene al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) como el único con apertura comercial general entre todos los tratados de libre comercio en vigor de Estados Unidos.
Todos los productos mexicanos o canadienses que cumplen con las reglas del T-MEC no pagan actualmente aranceles; de lo contrario pagan 25% en el caso de México y 35% respecto a Canadá, con algunas excepciones.
Estados Unidos tiene vigentes 14 tratados de libre comercio con 20 países: Australia, Brunei, Chile, Colombia, Israel, Jordania, Corea, Marruecos, Omán, Panamá, Perú, Singapur, DR-CAFTA (Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua) y T-MEC (Canadá y México).
Con los nuevos aranceles fijados por Trump, todos estos países pagan un arancel mínimo de 10% general; pero incluso con las nuevas tarifas que anunció Trump el jueves pasado para entrar en vigor el 1 de agosto (suspendidas por siete días) o por los acuerdos bilaterales, las tasas se elevaron para Costa Rica (15%), Corea del Sur (15%), Nicaragua (17%) y Brunei (25 por ciento).
Antonio Ortiz Mena, director general de AOM Advisors, opinió que Estados Unidos dio una prórroga a México de 90 días a la imposición de un arancel de 30% a las importaciones estadounidenses de productos originarios de México que no cumplan con el T-MEC a partir del 1 de agosto, porque ambos países son “verdaderamente interdependientes”.
“No sólo México depende de Estados Unidos para sus exportaciones, en primer término. México es el socio comercial número uno de Estados Unidos, quien depende del mercado mexicano para exportaciones de muy diversos productos, ante todo productos agropecuarios, granos, carne de res, carne de cerdo, pollo, que no puede colocar en otros mercados”, dijo Ortiz Mena en una entrevista con la cadena televisiva CNN.
Como segundo aspecto, expuso que las dos naciones producen de manera conjunta una serie de manufacturas, sobre todo autos y autopartes, de manera que si Estados Unidos pone barreras a México, se pone barreras a sí mismo. Esta sinergia es muy distinta a los autos que se producen en Japón o Alemania y se venden en el mercado estadounidense.
En tercer término están los temas no comerciales, entre otros, migración indocumentada y el crimen organizado, principalmente el tráfico de fentanilo.
“Hay quien dice que estos son elementos sobre los cuales Estados Unidos puede presionar a México. ‘Si no cooperas en esos temas, te voy a mantener los aranceles’. Pero, por otra parte, Estados Unidos necesita que México opere el tema de migración, de fentanilo y otros temas no comerciales para su propia seguridad y prosperidad”, concluyó.
Sobre México, el secretario de Economía, Marcelo Enrard, dijo este jueves en relación al plazo de 90 días: “Hoy, la discusión ya no es si va a haber esa circunstancia de que se ratifique el libre comercio entre los dos países, sino cómo vamos a resolver esos puntos que son muy técnicos (barreras no arancelarias)”.
A su vez, el primer ministro canadiense, Mark Carney, expresó el viernes su decepción por la decisión del presidente Trump de aumentar los aranceles a los productos canadienses y afirmó que Ottawa sería su “mejor cliente”, al tiempo que citó un compromiso continuo con la negociación y con el T-MEC, “el único acuerdo de libre comercio de Estados Unidos que parece ofrecer cierta protección frente al nuevo régimen comercial de Trump”.
El mandatario estadounidense argumentó que las complejidades de un acuerdo con México son algo diferentes a las de otras naciones, debido tanto a los problemas como a los activos de la frontera.