Economia
Un paso más en los trámites pendientes para ver si sigue o no la línea de crédito flexible del FMI a Colombia

Un equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó la semana pasada la misión del Artículo IV que llevó a cabo en Bogotá para analizar la situación económica del país.
FMI. Foto:EFE
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Estos resultados tendrán que ser debatidos ahora por el directorio ejecutivo; sin embargo, según conoció este medio, este acaba de salir a vacaciones.. Posterior a ello, ya se conocerá qué pasará con la Línea de Crédito Flexible por 8.100 millones de dólares que el organismo le otorga a Colombia y que estaba suspendida hasta finalizar esta consulta.
Colombia ha tenido acceso a esta línea que constituye un cupo de crédito que facilita el acceso a liquidez inmediata desde su creación en 2009 hasta el presente. Además, hay que destacar que solo utilizó recursos de ese cupo en el 2020 a raíz de la elevada incertidumbre por la coyuntura de la pandemia del covid-19.
Según los diferentes analistas, dejar sin acceso a Colombia podría tener consecuencias en la economía como, por ejemplo, un mayor costo de financiamiento y mayores primas de riesgo lo que a su vez derivaría en un mayor pago de intereses sobre la deuda pública.
“Aún no hay certeza, pero lo que sí es claro es que es difícilmente sostenible la línea de crédito flexible del FMI bajo la condición de haber suspendido la regla fiscal. Esta línea es para quién maneja de manera prudente y ordenada las finanzas; sin embargo, la decisión de saltarse las metas confirma la hipótesis de ser irresponsable y desordenado, luego es muy difícil que se sostenga”, le dijo a este medio el exministro de Hacienda y actual rector de la Universidad EIA José Manuel Restrepo.
¿Qué dijo el FMI sobre Colombia?
Después de su última visita, el FMI aseguró que la economía colombiana se enfrenta a un panorama “complejo”, marcado por crecientes desafíos. “Si bien el crecimiento se ha fortalecido y la inflación ha disminuido, persisten los desafíos fiscales y la inversión privada se mantiene moderada. Los factores externos adversos también ensombrecen las perspectivas”, dice.
El organismo señala que el déficit fiscal general del gobierno aumentó al 6,7 por ciento del PIB en el 2024, frente al 4,2 por ciento del producto interno bruto (PIB) del 2023 y, como resultado, la deuda pública bruta se elevó al 61,2 por ciento del PIB a finales de 2024.
Germán Ávila, ministro de Hacienda. Foto:Néstor Gómez EL TIEMPO
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“(Esto) subraya la necesidad de realizar esfuerzos sostenidos a medio plazo, tal como se prevé en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) más reciente, donde las autoridades también hicieron uso de la cláusula de escape de la regla fiscal para recalibrar la trayectoria fiscal para 2025-27”, se puede leer.
Según el FMI, el proyecto de presupuesto para el 2026 prevé un déficit general de 6,2 por ciento del PIB, en consonancia con el Marco Fiscal, y un déficit primario del 2 por ciento del PIB (frente al 1,4 por ciento del PIB en el Marco Fiscal), que se financiará principalmente mediante una propuesta de reforma tributaria.
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Igualmente, el organismo indicó que tras expandirse un 1,7 por ciento en el 2024, la economía creció un 2,7 por ciento en el primer trimestre de 2025, impulsada por el consumo privado en un contexto de mercado laboral sólido y un sector de servicios sólido.
Perspectivas y riesgos por delante
En cuanto a las perspectivas, dijo que se proyecta que el crecimiento del PIB real alcance alrededor del 2,5 por ciento este año, respaldado en parte por cierta flexibilización de la política fiscal, antes de converger hacia su potencial a medio plazo.
“Se espera que la inflación continúe disminuyendo y alcance la meta del 3 por ciento a principios de 2027, siempre que se mantenga la implementación de una política monetaria prudente”, aseguró.
Imágenes de la Bolsa de Valores de Colombia. Foto:Mauricio Moreno
Igualmente, señaló que se proyecta que el déficit por cuenta corriente aumente ligeramente este año (hasta alrededor del 2,5 por ciento del PIB), debido en parte al debilitamiento de los términos de intercambio y al aumento del déficit fiscal.
“Se espera que el déficit fiscal alcance el 7,1 por ciento del PIB a finales de 2025 antes de disminuir, suponiendo la implementación constante de políticas coherentes con el presupuesto de las autoridades y el plan fiscal a medio plazo”, sostienen.
Respecto los riesgos que tendrá la economía por delante, dice que la mayor incertidumbre mundial y las tensiones geopolíticas podrían lastrar el crecimiento, tanto a través de canales reales como financieros, mientras que unas políticas migratorias más estrictas en los países receptores podrían afectar negativamente a las remesas.
“A nivel nacional, la incertidumbre en torno a la implementación de políticas y reformas podría frenar aún más la inversión”, indicó.