Economia
de dónde viene la presión que la ha hecho subir en tres meses; estos son los 14 bienes y servicios que más aportan

La inflación en Colombia alcanzó en junio pasado el nivel más bajo (4,82 por ciento) observado en los últimos 44 meses —en octubre del 2021 se situó en 4,58 por ciento—, pero a partir de ahí inició una nueva escalada que la llevó hasta el 5,18 por ciento en el noveno mes del presente año, según lo revelado el martes en la tarde por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane).
En los últimos tres meses (julio-septiembre), según las estadísticas reportadas por el ente oficial, la inflación acumulada es de 0,79 por ciento y ese incremento está explicado por solo 14 de los 188 renglones, los cuales son los que más aportan a la variación anual acumulada en ese periodo.
Dentro de ese grupo, los arrendamientos (efectivo e imputado) explican casi la tercera parte de toda la inflación de esos tres meses, 0,24 por ciento. Los arriendos efectivos -el valor real que un inquilino paga cada mes por el alquiler de una vivienda- aportaron a esa variación 0,10 puntos, y el arriendo imputado, el costo de ocupar una vivienda propia, puso 0,14 puntos.
Al referirse al impacto de este rubro en los resultados de la inflación de septiembre, los economistas de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá explicaron que “la indexación de arrendamientos se mantuvo sobre 90 por ciento, encima del estándar histórico (60-80por ciento)”, por lo que la inflación anual retrocedió de 5,5 por ciento en agosto a 5,3 por ciento en septiembre, aunque sigue en niveles altos.
Explican, que dado que desde 2022, el número hogares que viven en arriendo superan a los propietarios, según lo dicho Fedelonjas, es de prever que la indexación en arriendos sea, de forma estructural, más alta que antes.
Otros renglones que más contribuyeron al incremento acumulado del 0,79 por ciento en la inflación entre junio y septiembre fueron la yuca para consumo en el hogar, así como la carne de res y sus derivados, cada uno con 0,04 por ciento.
Los plátanos, la educación preescolar y básica primaria, así como la cebolla, por su parte, contribuyeron cada uno con 0,03 por ciento, según se desprende de las estadísticas del Dane.
Si bien durante el periodo analizado fueron en total 33 los rubros que contribuyeron al incremento acumulado entre junio y septiembre de la inflación, de los 188 que se tienen en cuenta para esa medición, hay 59 que en estos tres meses han bajado de precio, pero no lo suficiente para frenar el impulso que viene mostrando esa variación en el costo de vida en Colombia.
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Los que más contribuyeron a frenar ese repunte de la inflación fueron la papa, con una variación negativa del 0,05 por ciento; la electricidad, con 0,04 por ciento; el tomate y los equipos de telefonía móvil, similares y reparación, cada uno con un descenso del 0,03 por ciento.
Por su parte, el arroz presentó una variación negativa del 0,02 por ciento en ese trimestre analizado, mientras que la carne de cerdo y sus derivados del 0,01 por ciento.
Efectos y perspectivas
La persistencia al alza de la inflación en Colombia —tres meses en serie— a vuelto a encender las alarmas entre los empresarios y analistas quienes ven poco probable que este indicador se sitúe por debajo del 5 por ciento al cierre del 2025, más si se tiene en cuenta que octubre es un mes en el que, por lo general, los alimentos presionan el costo de vida.
“La inflación para octubre, por efectos base relevantes, especialmente en alimentos, volverá a presentar una aceleración, sin embargo, se espera alguna moderación en los meses siguientes para cerrar el año ligeramente por encima del 5 por ciento”, estima Mariana Quinche, economista de BBVA Research.
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Pero ese no es el único factor que continuará presionando al alza la inflación en lo que resta del presente año. “La convergencia de la inflación hacia la meta del 3 por ciento (del Banco de la República) aún enfrenta retos estructurales, especialmente por las presiones derivadas de los componentes de energía, alimentos y servicios, así como por la inestabilidad cambiaria”, advierten desde la comisionista Acciones & Valores.
A lo anterior se suma la expansión fiscal, el ritmo de la demanda interna y el riesgo de otro aumento de dos dígitos del salario mínimo el próximo año, lo que podrían mantener la inflación en niveles ‘incómodamente altos en el futuro’, según los analistas de CrediCorp Capital, para quienes “los mecanismos de indexación se convertirán en un factor de riesgo clave”, lo que los lleva a prever que la inflación cerrará el año sobre el 5,1 por ciento, ante lo cual “no esperamos cambios en la tasa Repo este año Mantenemos nuestra estimación del 7,5 por ciento para diciembre del 2026”, comentan.
Cautela del Emisor
Desde Bancolombia, reafirman su visión de que la inflación cerrará el año en 5,1 por ciento, nivel muy superior a la meta del Banco de la República, por quinto año consecutivo. “Dado que la Junta Directiva del Banco de la República ha sido explícita respecto a los riesgos alcistas que enfrenta el proceso de convergencia inflacionaria, esperamos que se mantenga la cautela en sus decisiones”, por lo que estiman que habrá estabilidad en la tasa de interés en las próximas reuniones de política monetaria del 2025″.
Omar Suárez, gerente de Renta Variable de Aval Casa de Bolsa, coinciden en que un alza exagerada del salario mínimo, traerá más problemas inflacionarios, pues junto con el crecimiento en la productividad laboral se genera mayores presiones alcistas sobre los precios de los bienes y servicios en la economía.
“Fuertes incrementos en salario mínimo se traduce en aumento de gastos laborales para las empresas, las cuales trasladan este efecto parcial o totalmente a los precios finales al consumidor”, insiste el analista, para quien el alto gasto público está generando presiones, ya que incentivan una mayor demanda por productos y servicios. “Este alto consumo es insostenible, pues no podemos gastar mucho mas que nuestros Ingresos de manera indefinido”.